-Uruapan se moviliza masivamente tras asesinato del alcalde
Redacción / Información nacional.
Alrededor de 60 mil personas tomaron las calles del centro de Uruapan este viernes en una movilización histórica que exigió justicia por la muerte del alcalde Carlos Manzo y medidas urgentes contra la inseguridad que ha paralizado la vida cotidiana en el municipio.
La marcha, considerada una de las más numerosas en la historia reciente de la ciudad, fue convocada de forma espontánea por ciudadanos, colectivos locales, estudiantes y comerciantes, y contó con el respaldo de organizaciones civiles de todo Michoacán. Según cifras oficiales de la Coordinación Municipal de Protección Civil, la concentración superó todas las expectativas, colmando avenidas principales y plazas céntricas.
Carlos Manzo, asesinado días atrás en circunstancias aún no aclaradas, se ha convertido en un símbolo del descontento popular ante la violencia desbordada y la percepción de impunidad. Su nombre fue coreado a lo largo de todo el recorrido. Familias completas caminaron bajo pancartas con consignas como “Justicia ya” y “No más sangre en nuestras calles”, mientras jóvenes y adultos portaban imágenes del edil y veladoras en señal de luto colectivo.
La movilización no solo respondió al dolor por la pérdida del funcionario, sino que canalizó una frustración acumulada por meses, incluso años, de inacción gubernamental frente al crimen organizado y la inseguridad cotidiana. “Esto no es solo por Manzo, es por todos los que ya no están y por los que aún podemos salvar”, dijo una manifestante al final del recorrido.
Pese al tamaño de la concentración, la jornada transcurrió sin incidentes. Un operativo conjunto de policías municipales, estatales y elementos del Ejército resguardó rutas y puntos estratégicos, facilitando el paso de los manifestantes. Los organizadores hicieron un llamado explícito a la paz y a la unidad cívica, evitando cualquier acto de confrontación.
El caso de Manzo ha trascendido las fronteras estatales e incluso nacionales, generando cobertura mediática internacional y convirtiéndose en tendencia en redes sociales. Para muchos, su asesinato representa el colapso del Estado en zonas donde el crimen ejerce control territorial y las instituciones han perdido credibilidad.
Al término de la marcha, líderes comunitarios exigieron al gobierno federal, estatal y municipal la presentación de un plan concreto de seguridad en un plazo de 72 horas, así como la creación de una comisión ciudadana que supervise las investigaciones. “No queremos promesas. Queremos resultados”, afirmó uno de los voceros frente al Palacio Municipal.
