Gabriel Sánchez Andraca
En el primer informe de su segundo periodo al frente de la BUAP, el rector Alfonso Esparza Ortiz, puso de manifiesto que la meta a alcanzar en los próximos tres años de su administración, será continuar con el mejoramiento y ampliación de las instalaciones docentes de la institución y seguir avanzando en el mejoramiento de la calidad educativa para tener mayor capacidad en todas las facultades y escuelas, y evitar el rechazo de aspirantes a ingresar a la más importante universidad del estado y una de las de mayor prestigio en el país.
Afirmó que la responsabilidad de autoridades, docentes y alumnos de la institución, será trabajar con ahínco, para garantizar el futuro del estado y del país, preparando de la mejor forma posible a la juventud que tendrá en sus manos la responsabilidad de hacer de México una nación más próspera e igualitaria, en la que sus habitantes puedan tener una vida digna, sin distinciones de ninguna clase.
El informe fue todo un acontecimiento: estuvo Dinorah López de Gali en representación del gobernador del Estado, Antonio Gali Fayad, autoridades militares, municipales, altos funcionarios estatales y representantes de todos los sectores sociales de Puebla incluyendo dignatarios eclesiásticos como el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa y dirigentes de diversas iglesias cristianas.
Ya terminaron los actos para recordar el cincuentenario de los trágicos hechos del 2 de octubre en la ciudad de México, cuando un movimiento estudiantil se fue complicando por la incapacidad de las autoridades para resolverlo vía diálogo, hasta llegar a la tragedia.
Durante más de una semana, los medios de difusión de la ciudad de México, estuvieron publicando relatos de aquella época, que en vez de aclarar los hechos, los obscurecieron más, pues las versiones que se dieron, no fueron coincidentes ya que cada uno de los actores aún vivos de aquella tragedia, tenían puntos de vista diversos.
En 1968, había una “guerra fría” entre el mundo occidental, capitaneado por Estados Unidos y el mundo socialista, encabezado entonces por la llamada Unión Soviética, que aprovechaban cualquier descontento sobre todo en los países emergentes como los de América Latina, que luchaban por una más justa política social y en los que estaban unidos a fuerza a la Unión Soviética, como Polonia, Checoslovaquia, etcétera, para llevar agua a su molino.
En México estábamos en vísperas de celebrar una olimpiada que por primera vez se llevaría a cabo en nuestro país y se temió que por la agitación política y la violencia que prevalecían aquí, muchos países se abstuvieran de enviar a sus representaciones deportivas, lo que sería sumamente dañino para el prestigio, pero sobre todo para la economía mexicana, pues se habían hecho elevados gastos para construir las instalaciones necesarias para la olimpiada.
El carácter de Díaz Ordaz, formado políticamente por el dictador poblano Maximino Ávila Camacho, lo hacía proclive a la represión y no al diálogo, como hubiera sido lo ideal y de ahí vino la tragedia.
Por cierto, en la época en que ocurrieron los hechos, se habló mucho de la intervención que tuvieron figuras destacadas del gobierno mexicano en contra de Díaz Ordaz, al que políticamente odiaban. Se les culpó de financiar el movimiento del 68 y durante días o semanas, se les expuso a la severa crítica de los medios de difusión acusándolos de traidores. Entre ellos fueron mencionados Donato Miranda Fonseca, quien fuera secretario de la Presidencia, en tiempos de Adolfo López Mateos; Humberto Romero, quien fue titular de comunicación en el gobierno de Ruiz Cortines y después secretario particular (muy poderoso por cierto) en el de López Mateos. También se mencionó a Carlos Madrazo, ex dirigente nacional del PRI y a otros más.
En ninguno de los artículos que se escribieron con motivo del cincuentenario, fueron mencionados. Por lo menos en los que leímos y leímos muchos.
La presidenta municipal electa de Puebla-capital, Claudia Rivera Vivanco, no da marcha atrás en eso de anular la privatización del servicio de agua potable, por el contrario, lo apoya totalmente, según dice.
Pero afirma que la cancelación de la privatización del servicio, que ahora brinda la empresa Concesiones Integrales, no le corresponde hacerla a las autoridades municipales, sino al Poder Legislativo.
Si el Poder Legislativo lo aprueba, ella asumirá su responsabilidad e iniciará las gestiones necesarias para municipalizar el servicio. Considera que habrá necesidad de gestionar un presupuesto suficiente para hacer frente a ello y que está segura que con el apoyo de la Cámara de Diputados, lo logrará.
Por otra parte la Asamblea Social del Agua, dio una conferencia de prensa que presidieron María Eugenia Ochoa y Omar Jiménez, asesor legal, en la que acusaron a la empresa, de hacer cortes del servicio a personas que no han podido pagar por falta de recursos. Una señora de la colonia La Libertad, de la tercera edad y enferma además, tiene suspendido el servicio, pues le cobran un adeudo que dicen es de más de 70 mil pesos.
Muchos son los amparos que han solicitado los usuarios inconformes, por la suspensión del servicio de agua y en algunos casos del de drenaje. Se han ganado ya casi 200 de esos amparos, pero sigue habiendo más usuarios que los solicitan.
En el Instituto de Profesionalización del Magisterio Poblano, se presentó el libro “La Personalidad Creativa. La inteligencia” cuyo autor es el maestro Salvador G. Carmona Amorós, quien formara parte de la planta inicial de docentes de la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).
Este libro fue editado por Porrúa y en la presentación estuvieron presentes la licenciada Rocío García Olmedo, el Doctor Luis Benavides; el maestro Víctor Manuel Barseló Rodríguez y el licenciado José Alarcón Hernández. La introducción la hizo el maestro Francisco Adame Díaz, que también formó parte de la planta inicial de maestros de la Facultad de Economía de la hoy BUAP.