Los republicanos no obtuvieron los votos suficientes para que su propuesta en materia de salud sustituya al ‘Obamacare’, informó el pasado viernes el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan.
Ante ello, Univisión dio a conocer que los republicanos que no respaldaron el plan recibieron miles de llamadas en contra. Con manifestaciones más pequeñas, la presión directa a los congresistas es el arma más eficaz para forzar cambios de posición.
Warren Davidson, congresista republicano de Ohio, dice que recibió unas 300 llamadas en contra del plan de seguro médico para sustituir el actual y una a favor. Su colega de Kentucky Thomas Massie contó 275 en contra y cuatro a favor. El viernes, unas horas antes de la votación que no fue, el republicano de Nueva York Frank LoBiondo pidió a los ciudadanos que dejaran de colapsar su línea de atención telefónica porque ya había decidido oponerse y nadie le iba a convencer.
Los tres republicanos están entre la más de treintena de congresistas de ese partido que no hubieran apoyado el plan. Ellos, presionados por los ciudadanos que representan, empujaron al presidente de la Cámara, Paul Ryan, y al presidente Donald Trump a retirar la propuesta legislativa que hubiera terminado con la reforma aprobada en 2010.
Los ciudadanos también llamaban a los demócratas para asegurarse de que no respaldarían el plan. Según David Price, de Carolina del Norte, le contactaron 3,298 en contra y 217 a favor. A Jim McGovern, de Massachusetts, le llamaron 2,013 en contra y 17 a favor.
Esto sin contar con que el principal motivo de protesta de las reuniones de los congresistas con sus representados en casa ha sido el seguro médico.