Ciudad de México a 7 de septiembre de 2018.- En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio 2018, a celebrarse el próximo 10 de septiembre, Voz Pro Salud Mental Ciudad de México (VPSM CDMX) pide crear conciencia sobre la magnitud de este fenómeno, destacando la importancia de la detección temprana de sus causas y signos de alerta para poder actuar oportunamente.
Desde hace unos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha marcado la relevancia de los programas preventivos del suicidio y el apoyo de los medios de comunicación para informar a la población sobre este tema; pues, señala que cada 40 segundos fallece una persona en el mundo por este motivo, y al año, cerca de 800 mil.
En 2015, la organización reportó que el suicidio fue la segunda causa de muerte en personas de 15 a 29 años de edad. Y, actualmente, es una causa de mortalidad superior (57%) a la mortalidad total causada por guerra y homicidios. También señaló en 2016 que los países con ingresos bajos y medios registraron el 79% de estos incidentes a nivel mundial -entre los motivos más recurrentes se encontraban la falta de oportunidades, las adicciones (también responsables de los suicidios en países desarrollados) y la exposición a la violencia-.
México no escapa a esta realidad, pues, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), muestran que de 2012 a 2016, el número de suicidios aumentó en un 15% (de 5,550 a 6,370 casos, dados mayormente en la población masculina de 15 a 34 años, de acuerdo con Medina Mora).
Otro estudio realizado en Meìxico, publicado en la revista de The American Association of Suicidology (Benjet et al, 2017), arrojó que los casos de suicidio, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes, iban en aumento. En ellos, los trastornos de ansiedad, conducta, personalidad o el abuso de sustancias correspondían a las causas más comunes. En cuanto a la población infantil, el INEGI señaló que de 2006 a 2015, por cada 100 mil niños entre 7 y 10 años, la tasa subió a de 2.6% a 3.8% menores.
Por otra parte, estudios realizados en Estados Unidos analizan la propensión al suicidio dependiendo de la profesión que se ejerce. Los médicos ocupan la tasa más alta -entre 28 y 40 de cada 100 mil- con depresión como principal causa -ésta afecta al 12% de esta población y del 15% al 30% de los residentes-; otras causas son el alto nivel de estrés al que están sometidos, así como el uso de sustancias y alcohol. Esto se refleja en otras profesiones, como los bomberos y militares, donde, al igual que con los médicos, la imagen de que deben ser personas fuertes y el estigma hacia la enfermedad mental hace que no soliciten ayuda.
Todos estos índices hacen que en el Plan de Acción de Salud Mental 2013-2020, los Estados Miembros de la OMS se comprometan a trabajar para reducir las tasas nacionales de suicidio en un 10%. Esto incluye la colaboración del Estado, la sociedad civil y los medios de comunicación en la implementación de las políticas acordadas.
Signos de alerta
1. Si la persona presenta fantasías o ideas de muerte, es necesario acudir a una terapia psicológica y posible valoración psiquiátrica.
2. Si la ideación suicida es persistente o si ya existe un plan de acción, es imperativo realizar un internamiento psiquiátrico para poder evaluar y tratar al paciente de cerca.
3. Ante un intento suicida, tras la intervención médica urgente, es necesario dar continuidad a una supervisión psicológica y psiquiátrica, así como una óptima contención y guía familiar.