El Papa Francisco aclaró que las misas realizadas en los templos católicos son gratuitas, por lo que ningún feligrés debe pagar por ellas, ni siquiera cuando las misas se realizan de manera especial por algún familiar fallecido.
El Papa indicó que es muy común que los fieles le hagan a sus sacerdotes la siguiente pregunta: “Ah, padre, ¿cuánto debo pagar para que pongan mi nombre ahí?”.
“¡Nada! La misa no se paga, la misa es el sacrificio de Cristo, que es gratuito. Si quieres dejar una limosna, ¡déjala!, pero no se paga, es importante entender esto”.
Durante su tradicional audiencia general de los miércoles, el pontífice hizo hoy esta aclaración a los miles de fieles que se congregaron para escuchar su mensaje en el Aula Paulo VI de El Vaticano.
Con esto, dejó también asentado que los fieles solo pueden cooperar económicamente, y de manera voluntaria, a través de las limosnas que dejan en las ceremonias religiosas.
Por último, indicó que en la misa se consagra la eucaristía, que “contiene el cuerpo y la sangre de Jesús”, por lo tanto, quienes participan en ella deben concentrarse en este hecho, dejando atrás los “pensamientos raros” que solo provocan distracción.
(Con información de Proceso)