Medida busca aliviar precios altos para consumidores estadounidenses.
Andrés Martínez / Internacional
En un giro de su política comercial, el presidente Donald Trump firmó el pasado viernes 14 de noviembre de 2025 un decreto ejecutivo que elimina los aranceles a una selección de alimentos de la canasta básica, incluyendo carne de res, tomate, café y plátano. La medida, anunciada desde la Casa Blanca, tiene como objetivo declarado contrarrestar el incremento persistente en los precios de los alimentos que afecta a los ciudadanos estadounidenses.
Este movimiento representa una modificación significativa a la estrategia arancelaria generalizada impuesta por el mismo gobierno a inicios de 2025, la cual estableció una base del diez por ciento sobre las importaciones de la mayoría de los países. El decreto del viernes concretó los acuerdos marco anunciados el día anterior, eliminando específicamente los gravámenes aplicados a diversos productos alimenticios y artículos importados desde naciones como Argentina, Ecuador, Guatemala y El Salvador.
La decisión se produce en un contexto de creciente frustración entre los consumidores por los elevados costos en los supermercados. Analistas y economistas han señalado reiteradamente que los aranceles a las importaciones son un factor clave que impulsa esta inflación, y han advertido sobre la posibilidad de que los precios continúen su tendencia alcista el próximo año si no se tomaban acciones correctivas.
Frente a estas críticas, el presidente Trump ha mantenido una postura firme, descargando la responsabilidad de la crisis de precios en las políticas económicas promulgadas durante la administración de su predecesor, el expresidente Joe Biden. Según su argumento, la actual presión inflacionaria no es consecuencia de sus propias medidas arancelarias, sino de gestiones anteriores.
