40 muertos por atentado en Kabul

Redacción.

Medios internacionales siguen reportando que son por lo menos 40 personas las que murieron y otras decenas resultaron heridas este jueves en un atentado contra un centro cultural chiíta de Kabul, reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).

 

El local en la mira «recibe apoyo de Irán y es uno de los principales centros chiítas de Kabul», afirmó el Estado Islámico en un comunicado de su agencia de propaganda Amaq. Los talibanes se desvincularon inmediatamente del atentado, que también afectó a la Agencia Voz Afgana, un medio de comunicación situado cerca.

 

«El blanco del ataque era el centro cultural Tabayan donde se celebraba una ceremonia con motivo del 38º aniversario de la invasión soviética en Afganistán cuando se produjo una (primera) explosión», declaró a la AFP el portavoz adjunto del ministerio del Interior, Nasrat Rahimi.

 

La explosión fue seguida de otras dos, menos potentes, que no causaron víctimas, añadió.

«Hay 40 muertos, 30 heridos, no es el balance definitivo, que todavía puede aumentar», informó el portavoz.

 

En la cadena de televisión Tolo, el ministro delegado de Salud Ghulam Mohamad Paikan dio cuenta de «35 mártires y otros 20 heridos», «todos ellos civiles» fallecidos como consecuencia de «quemaduras» causadas por el atentado.

 

Es el atentado más sangriento desde el cometido en octubre pasado contra una mezquita chiíta, que ocasionó 56 muertos y que también fue reivindicado por el EI.

 

En las fotografías colgadas en su página Facebook, la Agencia Voz Afgana muestra su patio lleno de escombros y media docena de cuerpos en el suelo, uno de ellos ensangrentado.

 

Sabir Nasib, director del hospital Istiqlal, afirmó en la televisión local que 18 heridos fueron transportados a su establecimiento. «Cinco de ellos se encuentran en estado crítico y nuestros médicos intentan salvarles la vida».

 

 

En este hospital, decenas de víctimas, casi todas hazaras, la única etnica chiíta de Afganistán y reconocible por sus rasgos asiáticos, se golpeaban la cara y se tiraban de los pelos por la desesperación, constató la AFP. Otros maldecían al gobierno, incapaz, según ellos, de protegerlos.

]]>

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir