Legalizar indocumentados en Estados Unidos le conviene más a Donald Trump #HipólitoContreras

Ante una política agresiva como la que ha anunciado desde que era candidato y ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en México hay incertidumbre por lo que pueda pasar en los próximos cuatro años.

Desde luego que esas  políticas anunciadas, de cumplirse, acabarían con la deteriorada economía nacional; por ejemplo, si se llevan las empresas automotrices que generan muchos miles de empleos y pagan muchos impuestos al Estado, o si nos regresan más de tres millones de mexicanos que envían a México muchos miles de millones de dólares al año.

Se cree que el señor Donald Trump no tiene un cheque en blanco y que el Congreso, aunque republicano, no le permitirá al presidente hacer todo eso que dice, porque suena absurdo y generaría mucho daño a México.

Si el señor Trump es el digno representante del capitalismo salvaje que se práctica en Estados Unidos, debe saber que al capitalismo le caracteriza la libre empresa, la oferta y la demanda, que si las empresas deciden invertir en otros  países, como México, no lo puede ni lo debe evitar, es la libre empresa la que decide hacer negocios en otras naciones, como otras empresas deciden invertir en Estados Unidos, incluyendo las mexicanas.

Eso es el capitalismo salvaje, el llamado neoliberalismo que el señor Trump representa, no puede ordenarle por tanto a las empresas automotrices que  operan en México retornen a los Estados Unidos, en el capitalismo las empresa son libres de invertir en donde les convenga, pueden irse por ejemplo a Centroamérica porque ahí encuentran mano de obra barata.

El señor Trump quiere que en Estados Unidos operen todas las empresas del mundo, eso no se puede, ni lo podrán legislar, el presidente se generaría muchos problemas en el mundo de persistir con su política que ningún presidente de ese país ha aplicado ni anunciado en toda la historia de los Estados Unidos.

En el problema de los indocumentados, su existencia se explica por las débiles economías en otros países, sobre todo de Latinoamérica, lo que ha obligado históricamente a que millones de trabajadores abandonen sus países de origen para internarse ilegalmente en los Estados Unidos, que por  un siglo ha dominado la economía mundial.

Por esta causa, el vecino país se ha llenado de indocumentados de muchas naciones, no sólo latinoamericanas, sino de otros países en desarrollo. Esto ha generado un fenómeno, la población original de los Estado Unidos se está transformando, en un futuro no lejano serán mayoría los provenientes de otros países, sobre todos latinos, y serán minorías los norteamericanos, y esa mayoría gobernará al país, será inevitable.

Quizás esto ya lo contemplen los gobiernos de ese país, sobre todo el polémico Donald Trump quien ya se propone expulsar a millones de indocumentados.

Sin embargo, la economía de los Estados Unidos la hacen los trabajadores que mueven el campo, la industria, las comunicaciones, la infraestructura, la educación, todo, son los que hacen posible la producción de todo, si un sólo  día ellos dejan de trabajar, ese país se paraliza, pero si dejan de trabajar un mes, el país más poderoso del mundo no sería nada.

 Si el señor Trump cumple su amenaza y expulsa a más de tres millones de trabajadores, el primer afectado será su país porque se quedará sin mano de obra, su economía resentirá. No se trata de expulsar a millones de mexicanos y latinos, las empresas que los tienen contratados serían afectadas porque no podrían contratar nueva mano de obra si la frontera es supervigilada con avanzada tecnología y se construye el famoso muro anunciado por el señor Trump.

Los Estados Unidos necesitan mano de obra para todas sus empresas y proyectos, ellos solos no pueden ni podrán, su población original va en descenso y terminará siendo minoría, digamos en los próximos  60 años.

Lo mejor que puede hacer el señor Trump es iniciar un gran proyecto de legalización de los trabajadores mexicanos, latinos y de todo el mundo, que todo mundo esté legal, con los documentos necesarios para radicar en ese país, que haga lo que hace Canadá, sus gobiernos aceptan trabajadores de otros países, sobre todo mexicanos, a los que les hacen contratos temporales y les respetan sus derechos, ese gran país no tiene problemas de indocumentados.

Si el nuevo gobierno de los Estados Unidos aplica una política migratoria inteligente podrá resolver el problema de los indocumentados, que los legalice, que todos cuenten con papeles y se les advierta que ser trabajador legal en Estados Unidos no significa ser  delincuente, sino trabajador, y que todo delincuente será repatriado a su país de origen.

Expulsar por expulsar trabajadores no le dará resultado al señor Trump, seguro que no le dará resultado, y de paso, enfriaría las relaciones con México y otros países, con el mundo entero.

 

 

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