Con el objetivo de lograr un trato con respeto y dignidad hacia las personas, y derivado de la falta de interés público, el gobierno de Estados Unidos anuncio que se evitara detener a las mujeres migrantes indocumentadas que estén embarazadas, que se encuentren amamantando o en periodo de posparto.
La información se dio a conocer a través de un comunicado emitido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en ingles), donde se detalló que se ha revocado una regla que se implementó en el gobierno del ex presidente Donald Trump en el 2017, la cual consistía en permitir a los agentes fronterizos a detener a las mujeres en esas situaciones sin importar su estado.
Ante esto, el director interino del ICE, Tae Johnson, declaro que las mujeres embarazadas y las que acaban de dar a luz tienen “necesidades únicas”, por lo que la agencia no podrá detenerlas a menos que su liberación este prohibida por la ley o lleguen a existir circunstancias excepcionales.
Grupos pro inmigración recibieron la noticia con satisfacción, sin embargo, señalo que la directiva distingue entre el proceso de deportación y el proceso penal por delitos relacionados con la migración.
Por ello Eunice Cho, abogada senior del Proyecto Nacional de Prisiones de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), dijo en un comunicado que el anuncio era un “paso en la dirección correcta”, pero que todavía era necesaria una “supervisión sólida de los centros de detención”.