Joe Biden envió a la Cámara de Senadores de Estados Unidos una medida de inmigración permitiría que indocumentados presentes en EU desde antes de 2011 obtengan hasta 10 años de autorización de trabajo, pero sin ofrecerles un camino hacia la ciudadanía.
Esta residencia temporal permitirá a entre 7 y 8 millones de beneficiarios viajar fuera de Estados Unidos y regresar conservando el mismo estatus.
Esta medida, conocida como Plan C, fue incluida en el ambicioso plan de gasto social del presidente Joe Biden aprobado en la Cámara de Representantes y que ahora será enviado al Senado para su luz verde final.
El pasado 18 de marzo, la Cámara de Representantes, con apoyo bipartidista, aprobó dos proyectos de ley que otorgaban residencia temporal por 10 años a unos 8 millones de dreamers, titulares de TPS y trabajadores agrícolas. Al término de ese plazo calificarían para la residencia permanente y tres años después serían elegibles para la ciudadanía.
Ambos planes fueron enviados al Senado, donde se requieren 60 votos para ser aprobados y los demócratas solo tienen 50. Los republicanos rechazaron ambas propuestas y condicionaron sus votos a la solución de la crisis en la frontera con México.
Al estancarse ambas iniciativas, los demócratas optaron por incluir las propuestas en un paquete de ‘reconciliación’ del presupuesto de gasto social que tampoco tiene votos republicanos en el Senado. La herramienta conocida como ‘reconciliación’ permitirá que los demócratas aprueben con mayoría simple (51 votos) el plan de presupuesto de Biden, rebajado de 3.5 billones a 1.75 billones de dólares para asegurar los 50 respaldos de la bancada demócrata y el voto de la vicepresidenta Harris.