Abraham Onofre / Izúcar de Matamoros, Pue.
En la noche del miércoles 29 de noviembre, un nuevo acto delictivo sacudió las calles de Izúcar de Matamoros, dejando como saldo un vendedor de crepas herido de bala y un importante botín en dinero y joyas. El lamentable suceso ocurrió en pleno centro, en la calle Morelos, a escasos metros de la Presidencia Municipal y de la sede de la Policía Municipal.
Cuatro individuos, portando armas de fuego y montados en dos motocicletas, irrumpieron en una joyería ubicada entre las calles Zaragoza y Avenida Centenario. Sin perder tiempo, los delincuentes saquearon el establecimiento, presuntamente llevándose consigo valiosas piezas de joyería y una suma no especificada de dinero en efectivo.
No obstante, la audacia de los asaltantes no tuvo límites, ya que al percatarse de que estaban siendo perseguidos por los comerciantes y transeúntes de la zona, uno de los malhechores disparó indiscriminadamente, hiriendo de gravedad a un joven vendedor de crepas. La víctima, quien recibió un disparo en el hombro derecho, fue trasladada a un hospital por medios propios para recibir atención médica.
Lo indignante del caso es que este violento hecho delictivo tuvo lugar a tan solo una cuadra de la Comandancia de la Policía Municipal y del ex palacio municipal y el inmueble Casa Colorada utilizada sede del Ayuntamiento, así como del zócalo de la ciudad. Resulta alarmante que, a pesar de la proximidad a estas importantes instituciones, las autoridades de seguridad pública encabezadas por la alcaldesa Irene Olea Torres no hayan logrado detener a ninguno de los responsables.
Inclusive, la información proporcionada por los testigos del suceso indica que se logró avistar a cuatro motociclistas huyendo rápidamente tras el asalto, tomando dirección hacia Cuautla por el Eje Poniente. «Por el eje poniente a esa hora iban dos motos color negro con conductores con chamarras negras a toda velocidad, rebasando a todos los carros y se fueron rumbo a Cuautla», señala uno de los reportes recopilados por Enlace Noticias.
Este nuevo suceso pone de manifiesto las deficiencias en materia de seguridad que atraviesa Izúcar de Matamoros y, en particular, la ineptitud de la Policía Municipal para controlar la delincuencia en una zona tan concurrida del centro de la localidad.