Mafer Muval / Puebla
Una joven de forma anónima, detalló todo el infierno que vivió en la casa de la acusada por trata de personas en la ciudad de Puebla. La serrana relató como esta mujer le quitó toda comunicación con su familia, no le daba de comer y que inclusive la dejaba amarrada mientras esta se iba con su esposo.
Luego de 8 años desde lo ocurrido, una mujer que prefiere quedarse en el anonimato, relató cómo fue su estadía en la vivienda de María Hilda N o mejor conocida en la sociedad como Lilí, quien hace unos días fue acusada de trata de mujeres en las inmediaciones del Instituto Oriente, en la colonia Jardines de San Manuel.
Luego de la captura y posterior liberación de Lilí N, originaria del municipio de Zacapoaxtla y la cual fue detenida por agentes ante la posible esclavitud de varias mujeres, salieron algunos testigos para hablar sobre el caso, entre los que sobresale el de una víctima de la Sierra Nororiental quien salió a relatar su experiencia luego de aceptar los trabajos laborales con la acusada.
Fue en el año 2015 cuando conoció en Zacapoaxtla a María Hilda, quien era ex reina de belleza, quien de forma inmediata le ofreció trabajo y prometiendo un salario de 3 mil pesos semanales, cantidad muy superior a lo que se puede recibir en los trabajos de ese municipio; no obstante, al ser menor de edad, su mamá tenía que otorgar el permiso con una copia de su credencial del INE.
No fue tan difícil que la madre de la anónima otorgara el permiso, pues Lilí sabía cómo portarse muy amable y ser muy buena persona para persuadir. Fue días mas tarde que se trasladaron a la ciudad de Puebla para iniciar con su trabajo, siendo su horario habitual de 7 pm a 1 am y posteriormente tenía que levantarse a las 5 am para preparar el desayuno de los hijos.
Sin embargo, la actitud de su patrona cambió luego de unos días, pues en cada trabajo le media el tiempo, transcurriendo de esa forma un mes y al terminar, la joven pidió su sueldo por el trabajo, pero fue denegado. Después de esto, solicitó un permiso para visitar a sus papás, siendo esta solicitud también denegada al instante, quitándole a su vez el celular para quedar incomunicada.
Así mismo la víctima dio a conocer todos los tratos que le daban durante su trabajo, siendo golpeada en ocasiones, encerrada y no se le permitía comer, cuando veía un plato de comida echada a perder. Cuando salía con su pareja, la dejaba amarrada y en una ocasión cuando el esposo volvió de Europa, este le trajo algunas joyas, ropas que según sus palabras era un regalo, pero era una trampa.
De esto último, dijo que cuando fue mandada a barrer la cochera y regresó al cuarto de servicio, encontró a Lilí extrayendo los obsequios que le habían sido otorgados, acusándola de haberlos robado. Con esto también empezó a amenazarla con llamar a la policía y decir que era su palabra contra la suya, que no tenía ninguna posibilidad de salir de esa situación.
Luego de este suceso y al pasar medio año en esta situación en donde no se le permitía hablar con nadie, relató que sus patrones la mandaron a traer para charlar, en donde el hombre le comunicó que tenía que firmar un contrato de labores por un año, sin goce de sueldo, situación que no le extraño pues desde que entró no recibió ningún dinero.