Redacción / Puebla, Pue.
Durante la madrugada de este miércoles 14 de agosto, a bordo de una camioneta tipo Van y escoltado por tres patrullas, fue trasladado el ex gobernador de Puebla Mario Marín Torres, también llamado “Gober Precioso” a su domicilio ubicado en avenida San José Xilotzingo, en el residencial San Ángel, de la capital poblana.
El convoy que trasladó al ex militante del PRI, salió de las instalaciones del penal del Altiplano alrededor de las 23:30 horas del martes 13 de agosto; sin embargo, llegó hasta la puerta de su fraccionamiento a las 4:00 horas del día de hoy miércoles.
Marín Torres continuará desde la comodidad de su casa el proceso penal por el delito de tortura cometido presuntamente contra la periodista Lydia Cacho Ribeiro, quien acusó al ex mandatario por encubrir una red de trata de personas.
Desde su detención en febrero de 2021 en la ciudad de Acapulco, Guerrero, Mario Marín no había vuelto a su casa. El ex gobernador poblano fue liberado del penal del Altiplano, en el Estado de México, bajo la orden de la jueza segunda de Quintana Roo, Angélica del Carmen Ortuño, quien modificó las medidas cautelares que lo mantenían en prisión.
Cabe mencionar que su liberación fue retrasada, luego de que el sistema carcelario del Cefereso Número 1 de máxima seguridad, pidiera la cooperación de todas las fiscalías del país, para investigar sobre sí tenía o no otras causas penales pendientes.
Previo al ingreso del ex mandatario a el fraccionamiento donde está ubicada su residencia, fue revisada la unidad habitacional por el personal que lo acompañó durante todo el trayecto. De igual manera, minutos después entraron las tres patrullas que lo escoltaron y ahí permanecieron durante varios minutos más.
Más tarde, al lugar ingresaron varios vehículos particulares de los familiares, quienes llegaron a esas horas de la madrugada a visitar a Mario Marín durante los primeros minutos de su regreso a Puebla.
El ex gobernador, debió pagar una fianza de 100 mil pesos y estará sujeto a estrictas restricciones, como no salir de la ciudad ni del país, así como portar un brazalete electrónico para ser localizado en cualquier momento; todo esto a cambio de continuar su proceso legal en libertad.