Abraham Onofre / Regional.
La tarde del pasado domingo 8 de octubre, un trágico accidente ocurrió en la carretera que conecta los municipios de Acatlán de Osorio e Ixcaquixtla, en la región de la Mixteca poblana. Dos jóvenes, identificados como Francisco Javier y Yael, de 21 y 15 años de edad respectivamente, perdieron la vida en el siniestro. Según los informes preliminares, el exceso de velocidad habría sido el factor determinante en este lamentable suceso.
Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 4:00 de la tarde, cuando los dos jóvenes se desplazaban a bordo de una motocicleta Italika de color negro, la cual no contaba con placas. Su destino era la población de Xayacatlán, ubicada a pocos kilómetros de distancia. Sin embargo, la velocidad a la que circulaban habría causado que perdieran el control del vehículo, lo que finalmente derivó en el fatal desenlace.
Al percatarse del accidente, autoridades de vialidad acudieron rápidamente al lugar de los hechos, junto con elementos de la policía municipal de Xayacatlán. También se presentó el Grupo de Rescatistas K8 de Acatlán de Osorio, quienes evaluaron a los jóvenes y lamentablemente confirmaron su fallecimiento.
En cuanto a las causas de la muerte, se determinó que ambos jóvenes recibieron fuertes impactos en la cabeza al colisionar contra unas piedras puntiagudas cercanas a la carretera. Esto les provocó fracturas craneales, causando la muerte instantánea de ambos.
Las autoridades pertinentes realizaron el procedimiento de levantamiento de los cuerpos, siendo vialidad del estado de Acatlán de Osorio y la policía municipal de Xayacatlán las encargadas de llevar a cabo dicha tarea. Posteriormente, los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (SEMEFO) de Izúcar de Matamoros, Puebla, para realizar las necropsias correspondientes.
Este accidente en la carretera de Acatlán de Osorio-Ixcaquixtla km 09+000, es un llamado de atención acerca de la importancia de respetar los límites de velocidad y conducir de manera responsable al portar el casco de seguridad. La pérdida de dos vidas jóvenes nos recuerda la fragilidad de la existencia y la necesidad de tomar precauciones al momento de utilizar las vías de tránsito.