Abraham Onofre / Izúcar de Matamoros, Pue.
Una vez más, la tranquilidad en Izúcar de Matamoros, Puebla, se vio afectada por un acto delictivo. Durante la madrugada del domingo 18 de febrero, el Banco Bienestar, ubicado en las cercanías de SAGARPA, entre el balneario Amatitlanes y la colonia El Mirador en la carretera Izúcar – Cuautla, fue objeto nuevamente de un robo despiadado, lo que registra el segundo incidente de este tipo en la zona.
De acuerdo con la información recabada, el banco a pesar de contar con sistemas de seguridad, el hurto pasó desapercibido hasta la mañana de este domingo. Este segundo robo se suma al registrado en el año 2023.En ambos incidentes, los perpetradores lograron destrozar los cajeros automáticos. Sin embargo, una diferencia notable entre ambos casos radica en la respuesta de las autoridades. Mientras que en el robo del 2023 las fuerzas del orden llegaron rápidamente al lugar, en esta ocasión, la presencia policial fue notablemente ausente.
En lugar de agentes federales, solo unas patrullas locales del municipio de Izúcar hicieron acto de presencia, sin poder tomar medidas debido a la supuesta responsabilidad de la vigilancia del lugar por parte de las autoridades federales. La falta de presencia policial, tanto durante como después del incidente, plantea serias dudas sobre la capacidad de respuesta y protección en la zona.
Tanto este hurto como el robo anterior, ocurrido el 11 de septiembre del año 2023, los dos son un enigma en cuanto al monto exacto robado. Sin embargo, con base en incidentes similares en otro estado, se estima que la cifra podría ascender hasta los 7 millones de pesos. Esta cantidad hace ver la magnitud del problema y la necesidad urgente de fortalecer las medidas de seguridad en el área.
Finalmente, ante la evidente ola de inseguridad en el municipio, la comunidad de Izúcar de Matamoros exige respuestas y acciones concretas por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y protección de sus ciudadanos. Mientras tanto, el Banco Bienestar se convierte en un punto de vulnerabilidad y desamparo.