Redacción / Acatlán de Osorio, Pue.
Las condiciones adecuadas para las mujeres que se encuentran presas en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Acatlán de Osorio, no son las adecuadas, ya que compartes áreas de uso común con la población varonil, además de que se encuentran en hacinamiento y no tienen acceso a medicamentos, razón por la que la Comisión de Derechos Humanos de Puebla ha reprobado este sistema penitenciario.
En el Diagnóstico estatal de supervisión penitenciaria 2022, fue publicado la semana pasada, en el cual la CDH reprobó a nivel estatal las condiciones de las cárceles estatales con una calificación general de 5.7.
Los centros penitenciarios con peor calificación por sus condiciones son el Centro de Reinserción Social de Zacatlán con 4 de calificación, el de Chignahuapan, con 4.3; Tecali de Herrera con 4.5 y el de Acatlán de Osorio con 4.7.
En contraste, los de calificación más alta fueron el Centro de Internación Especializado para Adolescentes con 7.3, aprobatoria, pero con “áreas de oportunidad”, así como el Cereso de Teziutlán con 6.7 y el de San Pedro Cholula con calificación de 6.6.
La CDH apuntó que al haber saturación de población penitenciara en los Ceresos se presenta mayor dificultad de las autoridades penitenciarias para brindar una atención de calidad, lo que provocará que la reinserción social por persona sea difícil de alcanzar y continúen sistemas de autogobierno y cogobierno en estos lugares.
Por lo anterior, urgió a la adopción de medidas para distribuir de manera apropiada a las personas privadas de su libertad y generarles nuevos espacios para la reinserción social.
Por otra parte, en cuanto a la falta de medicamentos halló una falla en su suministro, lo cual advirtió pone en alto riesgo la vida y la salud de los presos.
Por ello, consideró que debe de garantizarse la disponibilidad y suministro de medicamentos tanto para los cuadros de salud emergentes como gripes y malestares estomacales, como para la atención de enfermedades crónico degenerativas, en el caso de diabetes, hipertensión e insuficiencia renal.
La CDH reconoce que los centros penitenciarios en su mayoría fueron adaptados para la reinserción social sin ser construidos especialmente para ello; sin embargo, resalta que la mayor carencia de la población penitenciaria se refleja en las mujeres, pues carecen de estructura, tienen espacios reducidos, no tienen áreas especiales de atención, hay insuficiencia de ventilación e iluminación, además de que carecen de accesibilidad para el tránsito.