Abraham Onofre / Izúcar de Matamoros, Pue.
En La Galarza, un grupo de estafadores ha sido denunciado por vender embaces con agua en lugar de cerveza. Este engaño, que afecta no solo a las víctimas directas, sino también la reputación de negocios locales, ha encendido las alarmas entre los comerciantes de la región.
El incidente ocurrió el miércoles 24 de julio, en la tienda de abarrotes “Abarrotes La Guadalupana”. Según un reporte ciudadano, individuos desconocidos vendieron caguamas que, en lugar de contener la cerveza esperada, estaban adulteradas con agua.
“A través de esta publicación queremos alertar a la comunidad a que tengan cuidado con estas personas”, se lee en el mensaje que circula en redes sociales, donde también se comparten imágenes de los rostros de los presuntos estafadores, captados por las cámaras de vigilancia del establecimiento.
Este no es un caso aislado en la región. En 2022, un comerciante de Tlapanalá fue víctima de un fraude similar, en el que adquirió 30 cartones de cerveza de la marca “Victoria” por un valor de 11 mil pesos, solo para descubrir que los envases contenían agua con jabón. Este patrón delictivo ha comenzado a generar preocupación entre los comerciantes de localidades cercanas, quienes ya han sido advertidos sobre la posibilidad de ser atacados por la misma banda.
Los hechos en Tlapanalá fueron reportados el 8 de junio de 2022, cuando tres hombres llegaron en una camioneta Ford Escape, ofreciendo un precio muy por debajo del mercado por los cartones de cerveza. Una vez realizado el pago en efectivo, el propietario del negocio se dio cuenta del engaño al destapar una de las botellas, lo que lo llevó a denunciar el fraude ante las autoridades.
A raíz de estos incidentes, la Fiscalía General del Estado de Puebla ha recibido las denuncias y se ha iniciado una investigación. Además, los comerciantes de Tepeojuma y Huaquechula han sido alertados sobre la presencia de estos estafadores, que incluso han sido reconocidos en sus localidades como presuntos asaltantes a mano armada.
La situación pone de manifiesto la vulnerabilidad de los pequeños negocios ante prácticas fraudulentas que, además de afectar su economía, dañan la confianza de los consumidores. La comunidad de La Galarza continúa en alerta, esperando que las autoridades tomen cartas en el asunto y se logre identificar y detener a los responsables de este engaño.
En medio de esta crisis, los dueños de negocios locales están llamados a estar más vigilantes y a fomentar la comunicación entre ellos para prevenir futuros fraudes. La colaboración ciudadana y el uso responsable de las redes sociales pueden ser herramientas clave en la lucha contra estas prácticas delictivas que amenazan la tranquilidad de la comunidad.