Un corresponsal del periódico mexicano La Jornada, Luis Martín Sánchez Íñiguez, de 59 años de edad, fue encontrado muerto el anterior sábado 8 de julio en el estado de Nayarit después de haber sido reportado como desaparecido el miércoles pasado 5 de julio.
La Fiscalía General de Justicia del estado de Nayarit confirmó que su muerte está relacionada con su trabajo periodístico, y que fue asesinado. Su esposa informó que en su casa faltaban varios dispositivos electrónicos la computadora de su marido, su teléfono celular y un disco duro; sin embargo, encontró los pantalones que portaba el miércoles cuando ella lo vio por última vez y dentro de estos su cartera, a la que solo le faltaba la credencial de corresponsal, mientras que su cuerpo fue encontrado maniatado y cubierto con bolsas, y con un mensaje clavado en su pecho que no ha sido revelado.
Su cadáver fue encontrado el pasado sábado 8 de julio en el pueblo de El Ahuacate, cerca de la ciudad de Tepic, dijo la oficina del fiscal, un día después de que su esposa, Cecilia López Aguilar, pusiera una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas.
En los últimos días, Sánchez es uno de los tres periodistas que han sido secuestrados en el estado de Nayarit, lo que ha suscitado indignación tanto a nivel nacional como internacional.
Organizaciones de libertad de prensa como el Comité para la Protección de los Periodistas y Reporteros sin Fronteras han condenado el asesinato y han pedido una investigación exhaustiva al gobierno mexicano, mientras que los activistas denuncian que los ataques a periodistas en México ocurren frecuentemente, siendo cubrimientos de corrupción y poderosos cárteles de drogas los temas de mayor vulnerabilidad. Desde el año 2000, casi 150 periodistas han sido asesinados en México, según Reporteros Sin Fronteras.
Finalmente, se cree que Sánchez fue asesinado entre 24 y 48 horas antes de que se encontrara su cuerpo.