Dos agentes federales fueron gravemente heridos por un grupo armado que opera en los municipios de Chenalhó y Pantelhó, lo elementos pertenecen a la Guardia Nacional y Ejército.
Los elementos del 20 Batallón y de la 7a Compañía de la Guardia Nacional dirigían a Pantelhó, para reforzar a sus compañeros que habían tomado el control de ese municipio, pero que horas antes ya habían sido emboscados. Las autoridades también fueron despojadas de fusiles, una ametralladora, dos mil 850 cartuchos, fornituras, mochilas y chalecos antibalas.
A la altura de la comunidad Majomut, se encontraba un montón de grava, debido a esto las patrullas no pudieron pasar, ya que la vía estaba cerrada con piedras, que aún se encuentran en el lugar, por lo que al bajarse los uniformados inmediatamente fueron rodeados por decenas de mujeres y niños indígenas tzotziles.
A 40 metros de ahí, el camino estaba cerrado con varios árboles que habían sido derribados, por lo que era imposible para los uniformados poder escapar del lugar.
Cuando los agentes se bajaron de los automóviles, los tzotziles dijeron que no podían avanzar, ya que “aludían que eran personal del crimen organizado”, dijo uno de los policías agredidos.
Fueron cinco horas después de haber entablado un diálogo y la aparición de un grupo armado que robó el armamento que los elementos de la Guardia Nacional pudieron salir del área.
El dialogó inició alrededor de las 19:00 horas con los que se sospecha eran los líderes, pero seguían llegando más personas de las comunidades de Acteal y Majomut y otras del municipio de Pantelhó, informaron los mandos de la Guardia Nacional.
Como parte de las negociaciones se les pidió a los policías que dejaran sus armas y fornituras sobre las camionetas, pero durante los diálogos, los uniformados poco entendían de lo que se decía, porque los habitantes hablaban en su idioma originario.
Al final los tzotziles acordaron que los elementos de la Guardia Nacional continuaran hacia Pantelhó, donde sus compañeros se habían enfrentado por la mañana de ese jueves con un grupo armado, con el saldo de heridos y dos camionetas que habían sido incineradas.
Durante las negociaciones arribó un comando armado que se identificó como integrantes de Autodefensas de Chenalhó, compuesto por 60 hombres, con vestimenta tipo militar de camuflaje y que portaba armas largas que sin mediar palabra procedieron a abalanzarse contra los vehículos de la Guardia Nacional y golpear a varios de ellos, pero solo dos sufrieron heridas que requirieron de hospitalización.
Por estos hechos, los mandos de la VII Región Militar interpusieron una demanda ante la Fiscalía General de la República (FGR) donde se abrió una carpeta de investigación.