Redacción / Puebla, Pue.
Como parte de una serie de medidas para mejorar las condiciones del sistema carcelario en Puebla, el gobierno estatalanunció el cierre de siete Centros de Reinserción Social (Cereso), tras las resoluciones emitidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El acuerdo quedó publicado en el Periódico Oficial del Estado (POE), y firmado por el secretario de Seguridad Pública, Daniel Iván Cruz Luna. Los Ceresos que dejarán de funcionar son los ubicados en Atlixco, Chiautla de Tapia, Izúcar de Matamoros, Tetela de Ocampo, Tecali de Herrera, Chignahuapan y Zacatlán.
Las medidas que ha tomado el gobierno de Puebla con el cierre de estos centros, afectan a un total de 232 reos, a quienes reubicarán en cárceles que continúan operando.
Esta determinación se basa en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2022 de la CNDH, en el que los Centros de Reinserción Social de Puebla, obtuvieron una calificación de 5.02 en una escala del 1 al 10.
Este juicio señala serios problemas como sobrepoblación, multitud, deficiencia en la alimentación y falta de personal capacitado en los penales estatales.
Cabe destacar que, tras el sismo de 2019, los reos de los centros de Atlixco, Chiautla de Tapia e Izúcar de Matamoros,ya habían sido trasladados al Centro Penitenciario de Puebla.
La reubicación se enfocará en los reos de los centros de Tetela de Ocampo, Tecali de Herrera, Chignahuapan y Zacatlán, que hasta el momento albergan 43, 18, 48 y 123 personas privadas de la libertad, respectivamente.
La Subsecretaría de Centros Penitenciarios será la encargada de gestionar el traslado de estos internos. Por ello, tiene la obligación de garantizar que se respeten en todo momento sus derechos humanos, durante el proceso de reubicación a sus nuevos lugares en que serán destinados.