Abraham Onofre / Tlapanalá, Pue.
La tranquilidad de los ciudadanos en Tlapanalá se ha visto gravemente amenazada por una serie de eventos que han sacudido la estabilidad y la confianza en las autoridades locales. Desde el atropello de un menor de 14 años por agentes de la policía municipal, hasta la renuncia de un gran número de policías que dejó al municipio prácticamente desprotegido, la situación se ha vuelto cada vez más alarmante.
El primer incidente, que desencadenó una serie de sucesos lamentables, ocurrió cuando elementos de la policía municipal atropellaron a un joven de 14 años que viajaba en una motocicleta. Las autoridades, hasta el momento, no han asumido la responsabilidad por las lesiones sufridas por el menor. La madre del joven, Marisol Rendon Rodríguez, relató que su hijo perdió el conocimiento tras el accidente y tuvo que ser trasladado por sus propios familiares debido a la falta de una ambulancia disponible.
Posteriormente, el director de seguridad pública municipal, Erick Rodríguez, fue destituido luego de que la madre denunciara el atropello de su hijo. Esta acción desencadenó una serie de quejas por parte de los agentes de la policía municipal, quienes acusaron al alcalde de no pagarles sus salarios a tiempo, no proporcionarles el equipo necesario y de despedir al director para supuestamente proteger a los elementos acusados de atropellar al menor.
La crisis alcanzó su punto crítico cuando la renuncia de un gran número de policías dejó a Tlapanalá sin seguridad pública, tras el despido del director del área. Los agentes en desacuerdo con la situación señalaron que el alcalde, inmerso en una campaña electoral, supuestamente no les proporcionaría las herramientas necesarias para realizar su trabajo, lo que motivó la renuncia de 14 de los 17 elementos que conformaban la policía municipal.
Finalmente, un enfrentamiento a balazos entre elementos de la Policía Municipal y miembros de un grupo delictivo presuntamente conocido como «Los Colombianos» puso en evidencia la creciente inseguridad en la región. Este enfrentamiento se desencadenó tras el desmantelamiento de un «deshuesadero» donde se desarmaban vehículos robados, lo que generó una intensa movilización y una persecución cuyos detalles y saldo aún se desconocen.
La inseguridad que prevalece en Tlapanalá representa un desafío urgente y apremiante para las autoridades locales, quienes ahora enfrentan la difícil tarea de restaurar la confianza de sus ciudadanos y garantizar la seguridad en la región. La comunidad espera que se tomen medidas concretas para abordar esta crisis y restablecer la paz y la seguridad en Tlapanalá.