Manlio Fabio Beltrones, ex dirigente nacional del PRI, es un personaje de la política mexicana, con cargo o sin cargo. Tiene capacidad, experiencia política y administrativa y sabe lo que su partido requiere para triunfar en las elecciones del 2018. Es considerado uno de los priistas más lúcidos en este momento en que el tricolor, pasa por uno de sus periodos más difíciles.
No se concreta a afirmar que el PRI requiere de unidad, sino que agrega que además, debe tener acuerdos y que a eso debe enfocarse la XXII Asamblea Nacional de su partido y no solo a reformar sus estatutos.
Negó que encabece un grupo rebelde dentro del PRI. Dijo que no tiene ningún grupo, que es un priista común y corriente y por eso puede opinar sobre lo que desea para el PRI.
Durante el periodo que cubrió como dirigente nacional, se realizaron las elecciones de gobernador en siete estados del país y el PRI perdió cinco de esas gubernaturas.
Indicó que el problema fue la falta de unidad de los priistas y la falta de acuerdos necesarios para presentar ofertas atractivas a los electores.
En una entrevista que le hizo José Gil Olmos del semanario “Proceso” de la ciudad de México, rechazó que pueda haber un dedazo, del Presidente, para designar al candidato presidencial: Ya en la pasada asamblea, se establecieron las formas para designar candidato a la Presidencia, “y si hay tres procedimientos para seleccionar candidata o candidato, usemos el que más nos convenga para alcanzar el acuerdo que lo fortalezca”.
“Yo tengo mi mirada en el futuro y no en los estatutos. Si alguien va a la asamblea a buscar con rijosidad que el partido se parta, entonces habrá logrado lo que todos tratamos de evitar, que éste se debilite”.
Señaló que cuando en el partido no hay acuerdos, eso hace que el partido se diluya, es decir, no que no dejas de ser parte de él, pero tu participación ya no es con el mismo entusiasmo.
Consideró injusto que solo se hable de los errores del actual gobierno y no se vean o no quieran verse sus aciertos. Sí hay necesidad, admitió, de que el gobierno corrija sus errores y mejore sus acciones para beneficiar al mayor número de mexicanos.
“Creo que este gobierno (el de Peña Nieto) cumplió en gran proporción con lo que prometió…Si se hace un análisis al interior del partido, tenemos que profundizar y corregir algunos de esos errores”.
Los rumores que circulan en los medios políticos, son en el sentido de que se quitarán los candados que los estatutos establecen para que un priista pueda ser candidato a cargos de alta responsabilidad, entre ellos una militancia de diez años, haber desempeñado cargos de elección popular, son para beneficiar a un amigo del Presidente.
Sobre esto Manlio Fabio insistió, en que se debe pensar más en el futuro del partido, que en la simple reforma de estatutos.
¿Se acuerda cuando la visita de un Presidente de la República a cualquier estado del país, a Puebla por ejemplo, era un acontecimiento extraordinario?
Se formaban vallas con miles de escolares, de trabajadores sindicalizados, de burócratas y de curiosos por todas las calles de la ciudad.
Las campanas de los templos cercanos a los lugares que el Presidente tocaba en su recorrido, eran echadas a vuelo y de balcones y azoteas caían papelitos de colores, principalmente verde, blanco y rojo.
Había gran algarabía entre la población y dificultades para abordar un transporte público, pues camiones y taxis, eran usados para el acarreo de ciudadanos interesados en saludar al mandatario en turno.Pues bien, eso se acabó.
Ahora las visitas presidenciales son poco publicitadas y el recibimiento lo hacen solo altos funcionarios locales en un lugar determinado.
Pero lo que ocurrió el lunes, en Zapotitlán Salinas, por la zona de Tehuacán, no tiene ningún antecedente en la historia reciente de México. Los ejidatarios del lugar, impidieron que el Presidente fuera filmado para un video sobre su próximo informe, en el jardín botánico del lugar.
El acto lo había organizado el Estado Mayor Presidencial y todo parecía cumplirse al pie de la letra, pero a la mera hora surgieron los ejidatarios que protestaban y que bloquearon los accesos al lugar donde aterrizaría el helicóptero del Presidente.
Por prudencia se decidió no hacer la filmación y el Presidente tuvo que regresar a la ciudad de México.
Todo parece que fue un mal entendido, pues los campesinos creían que el jefe de la Nación iba a “firmar” un convenio con la UNESCO sobre el jardín botánico del lugar y lo que en realidad se iba a hacer era a “filmar” un video con fines publicitarios del próximo informe.