Enrique Doger Guerrero, ex rector de la BUAP, ex presidente municipal de Puebla y ex diputado federal, tuvo una interesante plática con un grupo de periodistas en la que además de exponer los avances que ha tenido la Seguridad Social en Puebla, pues es actualmente el delegado del IMSS, respondiendo al interés de los columnistas ahí presentes sobre su posible postulación como candidato del PRI a la gubernatura, habló del panorama político que veía en la entidad y afirmó que todavía faltan unos meses para que se conozca la convocatoria que el Partido Revolucionario Institucional lanzará para la designación de sus candidatos y que entonces ya tomará una decisión sobre si participa o no en la contienda.
Con datos claros y contundentes sobre elecciones pasadas, demostró que desde que él fue candidato a la presidencia municipal, la votación obtenida por el PRI, ha ido bajando en cada elección y que las encuestas sobre las preferencias electorales, cambian durante las campañas hasta dar verdaderas sorpresas, como el caso de Blanca Alcalá, cuando luchó por la presidencia municipal de Puebla, que inició su campaña electoral con 20 puntos debajo de su principal oponente, el candidato del PAN y no solo logró igualarlo, sino que lo superó y ganó la elección.
Puso también el ejemplo de las recientes elecciones en el Estado de México, donde al inicio del proceso, el PAN parecía tener en la bolsa el triunfo con Josefina Vázquez Mota y la elección la dejó en cuarto sitio, en tanto que el candidato del PRD, Juan Zepeda, que empezó muy débil quedó en tercer lugar.
Es pues absurdo especular sobre los partidos triunfadores, pues es el trabajo, la simpatía y las propuestas de los que figuran como candidatos, los que hacen ganar o perder una elección.
Buenos candidatos, dijo Doger, es la mejor manera de que un partido gane una elección.
Reconoció que hay un hartazgo, hay inconformidad, hay desconfianza de los ciudadanos hacia los partidos y hacia los políticos y eso solo podrá revertirse con la postulación de buenos candidatos que convenzan a la gente con propuestas, con diálogo, con buenos proyectos en los que se incluya a los propios ciudadanos.
Hay estudios serios sobre eso, hay experiencias tanto en Puebla como en otras entidades del país de que los buenos candidatos obtienen buenos resultados.
Aquí, para tener buenos resultados en las elecciones de julio del 2018, el PRI deberá escoger a sus candidatos más competitivos, mejor preparados, tanto para la gubernatura, como para las diputaciones locales y las presidencias municipales.
Doger Guerrero presentó un estudio hecho sobre los diferentes aspirantes de los cuatro principales partidos políticos, afirmando que todos eran respetables y que la calificación que tenían en ese estudio, se basaba en el conocimiento que los electores tenían de sus personas, pero que esa calificación variaría, como ya se ha demostrado que ocurre, durante la campaña y la elección propiamente dicha.
Los tres partidos que en este momento figuran en Puebla como los más competitivos, son el PRI, el PAN y Morena, que es un partido emergente, es decir, que apenas va a participar en una elección federal y apenas tiene una campaña realizada por la gubernatura en la entidad.
En los datos dados a conocer, se ha notado que el PRI y el PRD, han ido a la baja de elección en elección; que el PAN tiene una votación consistente y que Morena ha crecido y está por encima de partidos mucho más antiguos.
Pero esa percepción, derivada de encuestas puede sufrir un cambio radical, una vez que se designe a los candidatos y más, cuando se desarrollen las campañas.
El Partido Revolucionario Institucional sigue siendo un partido fuerte por su estructura y organización, pero en los últimos años, ha resentido una baja en las votaciones que recibe y en los cargos de elección popular que gana. Actualmente el PRI en Puebla es un partido de oposición, con débil representación en el Congreso local y con solo 83 ayuntamientos, de los 217 que existen en la entidad.
Pese a ello, tanto el PAN, como Morena y el PRD, lo consideran el partido político a vencer y eso se debe, a que si el PRI escoge buenos candidatos para ocupar los puestos en disputa, podrá recuperar su fuerza.
El PAN mantiene su votación que va de los 600 mil a los 700 mil votos. Crece con un buen candidato y decrece con un mal candidato.
La votación para el PRI es mayor, pero su decrecimiento se debe al mal tino que muchas veces ha tenido ese partido, para escoger a sus abanderados.
El doctor Doger en ningún momento personalizó el problema. Dejó claro que una buena selección de candidatos, es decisiva para cualquier partido y que el PRI tiene mucho donde escoger, algo que otras conformaciones políticas, no tienen.
El problema que vemos en este frío y objetivo análisis, es que el Partido Revolucionario Institucional, parece ser, desde siempre, enemigo de la lógica y del sentido común. Es un partido que parece estar enojado con la realidad y aunque se le demuestre con números, con datos duros la situación, quienes deciden en ese partido, lo hacen con base en amistades, a compadrazgos, en intereses personales o de grupo.
Pero la realidad es la realidad y si no se atiende eso, los resultados para el que fue el casi partido único en todo el país, que tenía desde la presidencia de la república, las gubernaturas de todos los estados, hasta las presidencias de todas las que en Puebla se llaman Juntas Auxiliares y que en otras entidades reciben otras denominaciones, será catastrófica, simplemente, quedará borrado del panorama político nacional. Hay que ponerse las pilas.