Pues sí. Según un estudio de Citibanamex dado a conocer la semana pasada, la entidad poblana, junto con Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Morelos, no han tenido un crecimiento en los últimos años, que los coloque dentro de las entidades desarrolladas o medianamente desarrolladas del país, sino por el contrario, han estado abajo del crecimiento promedio nacional y la tendencia continuará en este año, señaló.
Estas entidades, están cayendo internamente, en una situación de subdesarrollo, pues han tenido un crecimiento inferior a la media nacional que fue de 1.5 por ciento. Están abajo en un 0.8 puntos porcentuales.
Por tal razón se está creando un caldo de cultivo para la movilización social, que en este momento todavía no es grave, se dijo.
Se señala en el trabajo realizado por la Dirección de Estudios Económicos del grupo financiero Citibanamex, que los estados con mayor desempeño en el ámbito económico han sido Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa y la Ciudad de México, cuyo promedio de su Producto Interno Bruto, (PIB) ha sido superior al 4.1 por ciento.
Estados como Tabasco, Campeche, Veracruz y Tamaulipas, tuvieron un descenso en la producción de petróleo y además, los precios de éste bajaron internacionalmente lo que hizo tener una baja en el PIB.
Pero definitivamente las entidades de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla, están a la baja y son consideradas como las más pobres del país y en camino a estancarse en el subdesarrollo.
Las manifestaciones de descontento social en Puebla, han venido creciendo de unos años a la fecha, principalmente de la gente de provincia.
El empobrecimiento de la gente dedicada a las actividades agropecuarias, ha sido evidente. La producción de artículos básicos para la alimentación como maíz, frijol, arroz, ha ido a la baja.
El surgimiento del robo de combustible y su rápido crecimiento en zonas antes dedicadas a la agricultura, como las regiones de Tepeaca, Tecamachalco, Acatzingo, y los demás municipios que ahora forman parte del “Triángulo Rojo”, y además Texmelucan, es explicable.
Y según el estudio, esto apenas empieza, pues se señala en él, que la movilización social que está provocando el desplome económico de la entidad, “aún no es grave”.
Se puede volver grave en cualquier momento. Acabamos de ver que el 5 de mayo, la fecha histórica que más se celebra en Puebla, fueron sepultados cuatro miembros del Ejército Nacional, que murieron en un enfrentamiento con los huachicoleros (ladrones de combustible) y que ante este caso, los gobiernos estatal y federal, han respondido con energía.
Señalar que los estados más pobres del país, entre los que está Puebla, están cayendo en el subdesarrollo, debe preocuparnos a todos, por la sencilla razón de que llevaría años salir de esa condición que implica un fuerte apoyo a la agricultura y a la ganadería, la creación de empleos bien pagados en todo el territorio del estado, el mejoramiento y la ampliación del sistema educativo, lo mismo que el sistema de salud pública. Y eso no es fácil, porque se requieren recursos económicos bien empleados, canalizados precisamente a lo que la gente necesita.
El gobierno de Antonio Gali, desde su campaña y atendiendo a los reclamos de la provincia poblana en el sentido de que se atienda a sus necesidades y no sólo a la capital, ofreció que los 217 municipios del Estado, tendrían atención a sus problemas; a los reclamos de los campesinos por el abandono en que se ha tenido hacia los problemas que confrontan, ha respondido ya con acciones como la entrega oportuna de apoyos (semillas mejoradas, fertilizantes, insecticidas e implementos para el trabajo) y se están atendiendo también las quejas sobre la carencia de personal médico y de enfermería, así como de medicamentos, en los hospitales y centros de salud.
La reorientación del gasto público es primordial. Los gobiernos estatales y municipales, todos, están obligados a utilizar con inteligencia y con sensibilidad social, los recursos a su disposición. En muchos casos el empleo de esos recursos se ha hecho obedeciendo solo a intereses políticos o intereses personales, como se ha visto en varias entidades del país, varios de cuyos gobernadores andan huyendo de la justicia.
Los primeros cien días del actual gobierno de Antonio Gali, han merecido la aprobación de poco más del 75 por ciento de los poblanos. Ojalá y así continúe y pueda evitarse que siga el deterioro de la economía y de la política social de estado.
La izquierda y la derecha nacionales, están más divididas que nunca. El PRD, ha rechazado la “invitación orden” de unirse a Morena, expresada públicamente por López Obrador, al afirmar, que la izquierda debe adherirse a Morena, pero ya, porque después ya no tendrán chance.
La derecha representada por el PAN, está ahora más dividida que nunca al grado de que Felipe Calderón con 35 años de militancia, hijo de uno de los fundadores de ese partido, ex dirigente nacional y para colmo y desgracia de los mexicanos, uno de los peores presidentes que hemos tenido, ha amenazado al partido con salirse de sus filas y hacer que su esposa, Margarita Zavala, sea candidata a la Presidencia, de forma independiente.
Escenificó ante los 500 miembros del Consejo Nacional (máxima autoridad de ese partido) un pleito verbal con el senador tabasqueño Juan José Rodríguez Prats, quien le dijo que quiere imponer a su esposa como candidata, como impuso a Germán Martínez y a César Nava, en la dirigencia nacional del partido blanquiazul cuando era Presidente de la República, al más puro estilo priista, en forma autoritaria y al margen de los estatutos del partido.
Varios personajes del panismo, entre ellos Ricardo Anaya, el actual dirigente nacional, expresaron que no creen que Calderón renuncie al partido, pero la amenaza está ahí y sinceramente, no creemos que el PAN pierda mucho si se sale este Felipillo, al contrario, ganaría puntos.