A raíz de la firma del convenio entre gobierno, trabajadores y organismos del sector privado, para el mejoramiento económico y protección de la economía familiar, todos se sorprenden, todos hablan de fracaso porque la Coparmex, Confederación Patronal de la República Mexicana, se negó a firmar ese convenio.
Se les olvida que la Coparmex, conforma en sí misma, un partido de oposición al PRI, al sistema priista.
Cuando surgió el asunto de la nacionalización de la banca, en tiempos de López Portillo, fue el más activo organismo empresarial en promover el rompimiento con el PRI y luego, en la conformación de un nuevo partido, para lo que logró la creación de dos organizaciones políticas que serían los pilares de ese nuevo partido: la ANCIFEM y el DHIAC.
Formar un nuevo partido para llegar al poder y desplazar al PRI, fue el objetivo empresarial, enojado porque el presidente priista José López Portillo, nacionalizó la banca al grito de: “Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear”.
Pero no pudieron lograr su objetivo, pues lógicamente el gobierno surgido del PRI, no lo iba a permitir.
Alguien aconsejó a los empresarios, a quienes el senador panista José Ángel Conchello llamaba, no empresarios, sino patrones, pues decía que no actuaban como hombres de empresa, sino como patrones del siglo XIX, explotadores y tiranos, que en vez de pretender la construcción de una nueva organización política, se apoderaran del Partido Acción Nacional, partido de derecha que era heredero de los conservadores del siglo XIX.
Y fue así como la Coparmex, se asumió como propietaria de la franquicia panista y se adueñó totalmente del partido, provocando una escisión en las filas del partido blanquiazul, del que salieron ex dirigentes nacionales, ex candidatos a la presidencia de la República, como Madero y José González Torres, ex diputados federales, como Jesús Smhall, Bernardo Bátiz, algunos fundadores del PAN, como Luis Calderón Vega, padre del ex presidente Felipe Calderón y figuras locales como Teodoro Ortega, Rosalía Ramírez, Jesús Bravo Cid de León y otros.
Fue cuando se inició el ascenso electoral del PAN y su debacle ideológica y ética.
Los recién llegados fueron denominados neopanistas y lograron escalar posiciones: presidencias municipales de ciudades importantes, algunas gubernaturas y finalmente en el año 2000, la presidencia de la república con Vicente Fox, que ya estando en el poder, declaró con orgullo: “Este es un gobierno de empresarios y para empresarios”. Conchello, si no hubiera muerto trágicamente en sospechoso accidente carretero, hubiera afirmado que había llegado al poder, “la patronería nacional”.
El primer candidato a la Presidencia del nuevo PAN, fue Maquío, que había sido presidente nacional de la Coparmex y aspirante priista a la gubernatura de Sinaloa.
Cuando ganó la Presidencia Vicente Fox, éste nombró como secretario del Trabajo a Carlos Abascal, ex dirigente nacional de la Coparmex y aquí en Puebla, el primer triunfo que obtuvo para la presidencia municipal de esta capital con Gabriel Hinojosa, candidato impuesto por la Coparmex local.
Ahora la Coparmex se indigna porque la invitación a participar en la reunión para la firma del pacto le llegó dos horas antes y hace propuestas, que serían buenas, si “la patronería” hubiera cumplido con tiempo sus obligaciones sociales y religiosas: pagar lo justo a los trabajadores, procurarles una habitación digna, preocuparse por su educación y la educación de sus hijos y asegurarles un sistema de salud eficiente.
Entonces ni siquiera tendrían que exigir el fortalecimiento del mercado interno, porque ese mercado se desarrollaría por sí solo. Si no existe, es porque los obreros de las empresas nacionales, ganan poco, carecen de prestaciones en un alto porcentaje y ahora con lo caro que está todo, apenas ganan para “irla pasando”.
Con la novedad de que ya hay una aspirante priista a la candidatura de su partido a la Presidencia de la República. Se trata de Ivonne Ortega Pacheco, ex gobernadora de Yucatán, ex diputada federal, ex senadora de la República y ex secretaria general del comité nacional del PRI.
Dijo que su aspiración a la Presidencia es legítima y reconoce que en estos tiempos, es “difícil ser priista”.
Lanzó una propuesta para crear un movimiento llamado “Hazlo por México” que según dijo en entrevista publicada en el diario capitalino El Universal, va más allá de su aspiración presidencial, es tratar de hacer entender a los mexicanos, que está en nosotros el poder cambiar las condiciones, tomando acción en nuestro entorno.
“Es muy temprano aún para decir “este es el puntero”. El que yo considero con claridad –porque se creó el partido para que pudiera ser el candidato- es Andrés Manuel López Obrador”.
“En el PRI hay una riqueza de perfiles y vamos a elegir al mejor para el 2018. Nunca me he sentido en desventaja, mi formación es en la oposición. Yo creo que la sociedad valora a la persona, lo que propones”.
El auto destape de la ex gobernadora yucateca, sabiendo cómo se hacen las cosas en su partido, debe contar con la anuencia de los altos mandos. Los priistas son “institucionales”, de modo que lo más seguro es que haya, al interior del Revolucionario Institucional, una lucha por la candidatura con participación de una mujer con una carrera que le da ventaja sobre otros prospectos.