Gabriel Sánchez Andraca
No es cuento, es una realidad: en el primer ensayo en su historia de más de sesenta años, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), secciones 23 de maestros federales, y 51 de maestros estatales, realizó una elección de dirigentes, con voto directo y secreto de todos los mentores. Fue un intento democrático exitoso, que dejó atrás una serie de maniobras tanto de las autoridades educativas federales y estatales, como de viejos líderes que pretendían eternizarse en el poder sindical.
En ambas secciones, se registraron problemas leves, que fueron superados sin muchos problemas y los triunfadores fueron José Luis González en la sección 23 y Alfredo Gómez Palacio s en la sección 51. No fue objetado el triunfo de ninguno de los dos.
TERMINA CON ESTO UNA ETAPA EN LA VIDA sindical de los maestros, que también se volvió folklórica por la forma en que realizaban sus congresos: en cada sección se elegían delegados para asistir al Congreso Seccional que se realizaría en algún lugar del estado que los dirigentes eligieran y que podían cambiar de ubicación en cualquier momento.
RELATAR TODAS ESTAS PERIPECIAS, ERA INTERESANTE
Los lectores se divertían, los maestros con espíritu democrático se enojaban y todo mundo se enteraba que las dirigencias sindicales de los docentes, no eran ejemplo de democracia o algo parecido, sino pachangas que al final de cuentas, resultaban divertidas.
Una colega del Sol de Puebla, ya fallecida, Margarita Carrasco, calificó en una ocasión a un evento de estos, como “el congreso peregrino”, pues todos sabíamos dónde se iniciaba, pero nadie se imaginaba donde terminaría y eso implicaba hacer una peregrinación.
Lo del martes, fue totalmente diferente: el profesor Américo Telésforo Guerrero, ameritado mentor con muchos años de experiencia, nos decía que la elección pudo no ser perfectamente democrática, pero constituyó una experiencia que va a seguir mejorando y que va a redundar en el mejoramiento de la organización sindical del magisterio. Eso mismo pensamos nosotros.
DESDE AQUÍ, ENVIAMOS UN CALUROSO ABRAZO a nuestro amigo el licenciado Mariano Piña Olaya, ex gobernador del Estado, ya radicado en Puebla, quien cumplió la friolera de 90 años de edad.