Semana Política / Gabriel Sánchez Andraca
En la entrevista televisiva que le hicieron al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien prácticamente se declaró aspirante a la candidatura de su partido, el PRD, a la presidencia de la república, dijo cosas interesantes: La alianza del partido del sol azteca, con Morena de López Obrador, ya no es posible, desde el momento en que el propio dirigente de Morena, cerró la puerta para cualquier negociación.
Los perredistas se han visto mal, dijo Aureoles, al andar de rogones con el tabasqueño que ha demostrado tener un desprecio hacia el que ha sido el partido más importante de la izquierda. Se refería a la dirigente nacional, Alejandra Barrales, y a algunos dirigentes de provincia como Socorro Quezada Tiempo, de Puebla.
Dijo que una alianza con el PAN es poco probable, porque hay oposición a ello entre la militancia perredista. Sin embargo, manifestó que podría ser siempre y cuando hubiera compromisos serios sobre las coincidencias entre ambos partidos, que redituaran en beneficio de la población. Las alianzas que se han tenido, no han servido para nada.
Por lo que respecta a una alianza con el PRI, dijo que los mismos estatutos del PRD lo prohíben y por lo tanto, no es posible.
En la conferencia de prensa que dio en Puebla el doctor Enrique Doger Guerrero, aspirante a la candidatura priista al gobierno del estado, habló de su oposición al sistema de consulta a la base para designar al candidato, y tiene razón en oponerse a esa forma de selección, pues Puebla es un estado que ya tuvo seis años de gobierno panista y va por otros dos más.
Los priistas dieron muestra, sobre todo los diputados del Congreso local, de sumisión total a los dictados de ese gobierno, aprobando todas las iniciativas que les eran enviadas y así tenemos ahora un servicio de agua potable privatizado, una ley bala que ya provocó problemas graves en la entidad con la muerte de un menor y otra que pretendió privar a las Juntas Auxiliares de sus oficinas del registro civil, que fue causa de numerosos conflictos.
Son iniciativas que aprobó la bancada priista y en la campaña electoral pasada, las reprobó totalmente y dijo que si triunfaba, las echaría para atrás.
Luego entonces, el panismo poblano, que tiene a muchos ex priistas en sus filas, podría fácilmente infiltrarse para participar en la elección interna del candidato a gobernador y como el mismo Doger afirmó, elegir al candidato más débil, al que pudiera ser fácilmente derrotado.
El PRI no está en sus mejores tiempos y además se está fraccionando más internamente con esta lucha por la candidatura para gobernador. Se han formado varios grupos que se hacen la guerra, muchas veces sucia, entre sí y la división podría ahondarse.
Lo mejor es que una asamblea seleccione al futuro abanderado, un candidato de unidad, después de las negociaciones en las que el priismo fue experto.
Hay ahora muchos más puestos de elección popular que repartir, tanto a nivel local como federal, es decir, a todos les podría tocar un cachito y salir ganando.
Querer jugar a la democracia, le ha salido caro al priismo nacional, que además, no sabe como actuar como partido opositor, ya lo vimos en los doce años de gobiernos federales panistas y ya vimos que cuando un priista llega al poder con la bandera panista, como fue el caso de Puebla, todos se hacen bolas y ya nadie sabe quién es quién.
El pleito que ha surgido entre los ex presidentes municipales panistas de Puebla, Luis Paredes y Eduardo Rivera, son una pequeña muestra de que los en otros tiempos “cristianísimos” y decentes militantes del partido de la derecha, ni son tan cristianos, ni son tan decentes.
Se acusan mutuamente de corrupción, algo que en los tiempos del PAN histórico, era un pecado mortal y contra el cual se ha rebelado con furia inaudita, su presidente nacional don Ricardo Anaya, que en sus mensajes televisivos se lanza contra los priistas a quienes acusa, como Fox lo hizo en su tiempo, de ser la causa de todos los males de este país.
Pero es el caso que muchos servidores de los gobiernos de Fox y Calderón, salieron millonarios, igual que ellos y que acaba de renunciar como coordinador de su partido en el Congreso de San Luis Potosí, un diputado que fue exhibido mediante un video, cobrando el llamado “diezmo” a presidentes municipales de aquél estado, para arreglarles las anomalías de sus cuentas públicas para que no tuvieran ningún problema, según decía él.
Y en sus pláticas con los alcaldes, por lo menos con el de Ébano, que fue con el que se hizo la filmación, empleaba palabras impropias para un político decente y cristiano a la vez.
Nuestro sincero pésame para la importante y poderosa comunidad libanesa de Puebla, por el fallecimiento del obispo maronita monseñor Chedraui.
Falleció a los 86 años de edad. Fue considerado como una figura política de primer nivel en México y en algunos países de Centroamérica.
Eran famosas sus fiestas de cumpleaños que reunían, en su residencia en el Estado de México, a los más importantes representantes del clero católico mexicano, a gobernadores de varios estados, secretarios del gabinete presidencial, diputados federales y locales, senadores y prominentes hombres de empresa.
La comunidad libanesa poblana es una de las más destacadas del país: el líder del Congreso local Jorge Aguilar Chedraui; el presidente estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac; el presidente municipal del PRI, José Chedraui; el ex dirigente de la CNOP, Víctor Gabriel Chedraui; el dirigente municipal del PANAL, Julián Hadad Férez; bueno, y para acabar con el cuadro, el gobernador del estado Antonio Gali Fayad. Y todavía hay muchos más.