Un grupo de columnistas nos reunimos para platicar y cambiar experiencias, con un reportero de muchos años de los diarios Excelsior y El Universal, don Roberto Villarreal, de la ciudad de México y el resultado fue una charla amena e interesante, que a muchos nos recordó los años de nuestros inicios en el periodismo; de los problemas que tuvimos que superar y que todavía no superamos del todo; anécdotas ocurridas en el transcurso de nuestro trabajo y de la vida política que a todos nos ha tocado vivir.
Fue una de esas charlas “sabrosas”, que se disfrutan. Un periodista consumado que piensa venir a radicar a Puebla y cuya vida ha transcurrido en la enorme ciudad de México, en el centro de los grandes acontecimientos nacionales y que durante mucho tiempo, fue el mayor atractivo para quienes nos dedicamos al oficio.
Afortunadamente, las cosas han cambiado y en la provincia se ha desarrollado un periodismo, con muchos defectos, que todos reconocemos, pero en un ambiente más tranquilo, más humano, más civilizado.
De todos modos, los viejos reporteros de la capital del país guardan vivencias que a los provincianos nos parecen increíbles, sobre todo cuando esas vivencias se refieren a la política y a los políticos de las grandes ligas, que los reporteros observan de cerca.
Lo que faltaba, ya ocurrió: había una terna ya debidamente conformada para disputar la candidatura del PRI a la gubernatura del estado y se pensaba que entre esa terna se decidirían las cosas; pero ya entró un personaje singular para conformar una cuarteta. Se trata del señor licenciado don Jorge Morales Alducin, el eterno aspirante a un puesto de elección popular en Puebla.
Poblano de nacimiento, ya que es oaxaqueño de naturalización; vive en Oaxaca donde tiene el principal asiento de sus negocios y cuando no hay competencia política en Puebla, él puede alejarse por meses, incluso por años, sin ningún problema; pero nada más surge un asunto de tipo político, como el que estamos viviendo, él se viene inmediatamente a Puebla, para apuntarse en alguna lista de aspirantes a ocupar algún puesto importante como el de diputado, presidente municipal o gobernador, como es el caso actual.
Ha sido dirigente municipal del PRI en esta capital y ha participado en campañas de priistas, principalmente. Pero una vez fue candidato del PRD a la presidencia municipal de esta capital y perdió.
Sus tropiezos políticos han sido frecuentes, pero él no se desanima, sigue adelante, pues no olvida la frase aquella de que “el que persevera, alcanza”.
Diputadas locales del partido Morena, se han pronunciado contra la conducta misógina de su líder Juan José Espinosa Torres, pues las trata mal, según dicen y parece que tiene guerra contra ellas.
Esta queja se ha hecho pública en la víspera del “Día del Amor y la Amistad”.
El comportamiento de algunos diputados, presidentes municipales, regidores de Morena, han dado mucho de qué hablar en el medio político de Puebla y entre ciudadanos ajenos a los partidos políticos.
Hemos dicho aquí, que la razón de esto ha sido la inmadurez de algunos de los políticos de nuevo cuño, que parecen haberse quedado atorados en la adolescencia. Pero ya pasaron varios meses y ya debieron haberse dado cuenta de que el camino de la confrontación, dentro de su mismo partido, no constituye la mejor forma de resolver los problemas, y menos les ayuda a constituirse como una verdadera fuerza política seria, responsable y eficiente, que pueda resolver los muchos problemas que la ciudadanía confronta. Los ciudadanos siempre esperan representantes o gobernantes que les inspiren confianza. Conductas como la que comentamos, no contribuyen en nada a eso.
Dicen que el PAN, ya tiene cinco precandidatos a la gubernatura del estado, pero que hay un grupo importante, que se niega a la participación de Acción Nacional en esta contienda extraordinaria que está por iniciarse.
Los aspirantes de quienes se habla son el ya quemado cartucho de quien fue, en su tiempo, la joven esperanza del panismo local, don Eduardo Rivera, quien como presidente municipal, fue ninguneado por el gobernador Rafael Moreno Valle, quien acabó amenazándolo seriamente con meterlo a la cárcel por malversación de fondos, para después perdonarlo y lanzarlo como candidato panista a la presidencia municipal nuevamente, haciéndolo perder o dejándolo solo para que perdiera.
Jorge Aguilar Chedraui, es un personaje surgido en el “morenovallismo”, sin ligas reales con el partido fundado por Manuel Gómez Morín.
Don Francisco Fraile, el más panista de los cinco, pues ingresó a ese partido desde la primera ola de neopanistas, cuando el PAN se alquiló como franquicia de los grupos empresariales que pretendían arrebatarle el poder el PRI, a raíz de la nacionalización de la banca.
La exdiputada Blanca Jiménez del Castillo, quien fue directora del Instituto Poblano de la Mujer.
Finalmente, Guillermo Velázquez, actual presidente municipal de Atlixco, habiendo ganado a pulso la elección en esa ciudad y con trabajo político y de partido realizado a través de varios años.
Quienes se oponen a la participación del PAN en la próxima contienda electoral extraordinaria, ven las cosas con realismo. En Puebla el PAN está en proceso de descomposición. El gobierno panista que encabezó Rafael Moreno Valle, dejó mucho que desear, sobre todo, a muchos sectores resentidos y según todas las encuestas, Morena tiene todas las de ganar en la próxima elección.