Alfonso Esparza Ortiz, rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), no tiene entre sus proyectos a futuro, entrarle a la política partidista, simplemente no está en su ánimo.
Cuando sean los tiempos de elección del rector, decidirá si busca la reelección o no.
Lo anterior lo afirmó en reunión con un grupo de columnistas en el Centro Cultural Universitario, donde también desmintió que el edificio Carolino esté en venta o que vaya a ser cedido al gobierno para convertirlo en museo. Son rumores falsos que se han hecho correr, tal vez con el objetivo de desgastar su imagen.
Señaló que el trabajo de la rectoría lo absorbe totalmente, para todavía andar buscando una posición política que además no apetece.
Los problemas que surgen en la institución de educación superior más importante del estado, se resuelven internamente, sin buscar protagonismos para fines políticos. Hay comunicación constante de la rectoría con académicos, investigadores, estudiantes y trabajadores administrativos y de servicio y eso facilita la solución de cualquier problema.
La BUAP, tiene un trabajo de investigación importante, tanto en las facultades científicas propiamente, como en las humanísticas.
Los investigadores y académicos, tienen absoluta liberad para informar de sus logros, para dar a conocer los resultados de su trabajo, sin que por ello puedan ser cuestionados o sancionados por la autoridad universitaria.
Recientemente investigadores de la Facultad de Economía han dado a conocer los resultados de sus investigaciones en áreas del gobierno estatal y la autoridad universitaria no ha intervenido en lo más mínimo para acallarlos o sancionarlos, porque no es ese su papel.
Refiriéndose a los campus universitarios regionales, informó que habrá una reestructuración administrativa a fin de que puedan atender sus necesidades sin tener que depender de decisiones centralizadas que luego no funcionan.
La BUAP, tiene una de sus mayores demandas de inscripción en la carrera de Medicina y cuenta con tres facultades que imparten esa carrera: una en esta capital, otra en la ciudad de Tehuacán y una tercera en la ciudad de Teziutlán.
Está por iniciar sus labores el campus de Izúcar de Matamoros y habrá una reestructuración en el campus de Chiautla de Tapia, donde no se tuvo mucho éxito, debido a que las carreras que se han venido impartiendo, no tuvieron la demanda que se esperaba. Las carreras que se impartirán en el nuevo campus de Izúcar, serán adecuadas a las necesidades regionales.
Uno de los objetivos para los campus del interior del estado, será la de crear las carreras que tengan demanda real y que beneficien a la población de las regiones donde funcionen.
“Se impulsará la investigación en todos sus órdenes pues es una tarea esencial para cualquier universidad. Buscaremos que los investigadores tengan lo necesario para realizar su trabajo”.
“Acabamos de estar en el Hospital Militar, donde vimos los avances que se tienen en medicina y el trabajo que ahí han venido realizando 30 estudiantes de la BUAP, fue elogiado por los directivos del plantel militar, como excelente, lo que nos llena de orgullo”.
Sobre obras materiales en la institución, el rector habló de la construcción de una torre administrativa, en Ciudad Universitaria, de la construcción, ahí mismo, de un centro de convenciones con capacidad para mil 200 personas y que podrá dividirse como salón de usos múltiples, para realizar diversos eventos a la vez.
Se reestructurará el centro deportivo de CU, así como el gimnasio del Carolino y se realizarán otras obras importantes.
Habló de las buenas relaciones que la BUAP tiene con instituciones de educación superior de Puebla y de otras partes del país.
Una corriente del PRD, encabezada a nivel nacional por el coordinador de los senadores perredistas, Miguel Barbosa Huerta y por el ex senador de la República, Pablo Gómez, se oponen abiertamente a que el grupo de los Chuchos, siga decidiendo las cosas en ese partido.
Barbosa dijo, que los perredistas deben parar en seco a quienes han iniciado la destrucción del Partido de la Revolución Democrática, cerrar filas para lograr que en las elecciones del 2018, la izquierda tenga un candidato común y avanzar en los estados del país, con estructura y organización.
Pablo Gómez, señaló que si la izquierda no se une, va a continuar teniendo un papel testimonial en todas las elecciones. La unión hace la fuerza y en México a la izquierda le ha faltado unirse para ser una verdadera opción de poder.
En Puebla, la corriente que tiene el mando, pertenece en su gran mayoría, a la que a nivel nacional encabeza el senador Barbosa Huerta, originario de la región de Tehuacán.