Gabriel Sánchez Andraca / Semana Política
El ingreso de México al sistema democrático de gobierno, es el responsable de la confusión política que estamos padeciendo. Los partidos políticos no estaban preparados para esto y de pronto se sienten solos y desamparados: eran grupos de interés, varios de ellos tenían o tienen propietario; el subsidio que reciben de las autoridades federales y locales, que en todos los casos es de varios millones de pesos, no era empleado para trabajos de organización y fortalecimiento de cada una de esas instituciones políticas, que constitucionalmente están considerados de “interés público”, sino para beneficio de algunos de sus dirigentes y para el pago de alguna que otra oficina con uno o dos empleados, y nada más.
Como partidos electoreros que son, salvo algunas excepciones, entran en apuros cuando de elegir candidatos a los diversos puestos de elección popular se trata, pues carecen de militancia, y menos de una militancia capacitada políticamente o con sensibilidad social, que resulten atractivos para la ciudadanía.
Pero también entran en conflicto, pues los pocos afiliados que tienen, exigen ser tomados en cuenta para una candidatura, y los dirigentes en quienes menos piensan es en sus afiliados, y esas candidaturas se deciden sin orden ni concierto y así, vemos divisiones internas que dan la impresión de un desorden total.
Y si luego, los dirigentes nacionales del Instituto Nacional Electoral, cuya función es organizar el proceso electoral y vigilar para que este se realice con limpieza, con seriedad y sin las viejas trampas que prevalecieron durante décadas, pretenden intervenir a favor de los viejos partidos que fueron desplazados por la ciudadanía en las elecciones de 2018, a fin de que esos viejos partidos no obtengan la representación que el pueblo quiera darles, sino que se impongan al partido mayoritario, para los que inventaron eso de la “sobre-representación” que quieren “equilibrar” otorgándoles más diputados plurinominales, pues es lógico que estalle el conflicto y que la ciudadanía esté cada vez más confundida. Pero ya encarrerados en la lucha contra la corrupción y contra el fraude electoral, se impondrá la razón, la justicia y se aplicará la ley correctamente. Ya no somos como antes, dice un amigo y estoy de acuerdo con él.
EN MEDIO DE TODO LO QUE ESTA OCURRIENDO, por lo menos ya sabemos que el ingeniero Alberto Jiménez Merino, será el candidato de la triple alianza, PRI-PAN-PRD, para la diputación federal por Acatlán. Es un personaje estimado y querido en la zona sur del estado, de donde es originario, pues nació en Tecomatlán y su familia radica en Tehuitzingo.
Fue candidato del PRI a gobernador del Estado en la última elección para ese cargo y ha sido ya diputado federal y local, además de un muy buen funcionario público como secretario de Desarrollo Rural, como delegado de la Secretaría Agraria, de la Comisión Nacional del Agua y de la Secretaría de Agricultura.
El PAN ya tiene prácticamente decidido que su candidato a la presidencia municipal de Puebla-capital sea Eduardo Rivera Pérez; el partido Morena decidió lanzar a doña Claudia Rivera para que se reelija dejando a un lado a don Gabriel Biestro Medinilla y a Jorge Morales Alducin, el mejor capacitado de los tres para abordar la problemática poblana.
Ya tiene también el PRI a sus candidatos a diputados locales plurinominales, es decir, los que no ganan por votación directa, sino por el porcentaje que alcance su partido en la votación; entre ellos está don Jorge Estefan Chidiac y el joven Néstor Camarillo, actual presidente estatal del tricolor.
El nuevo partido Fuerza por México, tiene un precandidato con grandes simpatías entre los militantes de esta organización, que como le hemos comentado, ha iniciado sus trabajos como partido, con bastante seriedad y responsabilidad; se trata del presidente estatal Rafael Moreno Valle Buitrón, para la presidencia municipal de Puebla.
Moreno Valle Buitrón tiene la convicción de que una nueva organización política, como la que el preside en la entidad, debe empezar con el pie derecho, compitiendo solo y no como aliado de ningún otro partido. Para eso le apuesta a la organización y a la capacitación de sus afiliados.
Ha dicho que Fuerza por México le apuesta a las mujeres y a los jóvenes, que dará oportunidad a nuevos políticos, hombres y mujeres, con ganas de hacer política de la buena, es decir, su apuesta es con nuevas caras y con nuevas formas de hacer política.
En Atlixco hay seis aspirantes de Morena para la presidencia municipal, el más conocido, el más apreciado y el más experimentado, es el actual diputado federal con licencia de Morena, Héctor Jiménez y Meneses, ex secretario de Gobernación del Estado, ex presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, ex diputado federal y otras cosas. Todavía no se sabe si será el bueno, pero es el único que podría competir con el actual presidente municipal de Atlixco, del PAN, que ha sido uno de los poquísimos alcaldes poblanos que podrían aspirar a la reelección.
Para Tehuacán, el único seguro como candidato a la diputación federal por el partido Movimiento Ciudadano, sería el dos veces ex diputado federal por Tepeaca, Antonio Tenorio Adame, actual catedrático de la BUAP en el campus Tehuacán, que es su tierra natal.