Campesinos de la Mixteca alta recibieron con gran algarabía al gobernador Antonio Gali Fayad. Les entregó obras de agua potable, paquetes de semilla mejorada, fertilizantes y herramientas de trabajo.
Además entregó títulos de propiedad y la promesa de que no serán abandonados por el gobierno estatal en su esfuerzo por mejorar sus condiciones de vida.
Como lo hizo durante el tiempo que fue presidente municipal de Puebla y atendió con esmero a las juntas auxiliares dedicadas a la agricultura, también inició sus trabajos en el medio rural del estado, zona de Tepexi de Rodríguez, llevando los apoyos que le fueron reclamados durante la campaña y que empieza a cumplir ya al frente de los destinos de la entidad.
Puebla ha sido una entidad que si bien tiene una parte industrializada, sigue siendo en lo general un estado agropecuario, con un alto porcentaje de su población dedicado a la agricultura y ganadería.
El campo poblano ha sido abandonado desde hace tiempo y por eso se ha propiciado una emigración hacia los Estados Unidos de cientos de miles de personas, en su mayoría de la mixteca poblana, aunque en los últimos años también empezaron a emigrar campesinos del centro y de la sierra norte.
Antonio Gali, es un poblano nacido en la ciudad, criado y educado en la ciudad y sin embargo desde que era el presidente municipal de la capital, ha puesto un especial interés por el campo. Ofreció en su campaña por la gubernatura, brindar todo su apoyo para reactivar las actividades agropecuarias y antes de cumplir sus primeros cien días de gobierno, lo está cumpliendo, como está cumpliendo su ofrecimiento de combatir a la delincuencia para brindar la mayor seguridad a los ciudadanos.
Eso es algo inesperado para la ciudadanía, que se dejó llevar por los rumores de que continuaría centrando su atención en la capital del estado, pero él clamor de los campesinos, durante la campaña, fue de que ya cesara el abandono del campo que es base para el crecimiento económico de la entidad y para frenar la emigración hacia los Estados Unidos.
Dijo, ante los cada vez más airados reclamos de la ciudadanía, que destinaría el 70 por ciento del presupuesto estatal a atender las necesidades de 216 municipios y solo el 30 por ciento se dedicaría a la capital del estado.
La entrega de la semilla y de los fertilizantes e implementos de trabajo, los está realizando a tiempo, pues una de las quejas que más se escuchan entre los agricultores, es que les entregan lo que es indispensable para la producción de alimentos, fuera de tiempo, es decir, cuando ya está avanzada la temporada de lluvias y los campesinos ya no pueden aprovechar los apoyos.
En la reciente gira por el campo poblano, Gali afirmó, que una de sus prioridades será la de atender las necesidades de la Mixteca, zona pobre de la que han salido cientos de miles de campesinos para buscar un mejor horizonte para ellos y sus familias y temen a las “órdenes destructivas de Trump”.
En el programa mañanero de Carlos Loret de Mola, se dio un debate entre cuatro de los candidatos a la gubernatura del Estado de México, PRI, PAN, PRD y Morena, y a decir verdad, los cuatro se vieron muy poco convincentes.
El priista Alfredo del Mazo, dejó que la panista Josefina Vázquez Mota, golpeara al PRI culpando a los gobiernos emanados de ese partido, de la violencia y la inseguridad que existe en esa entidad y del Mazo, como buen priista, fue incapaz de responder a la panista, de que esa violencia, esa inseguridad, surgió cuando el gobierno panista de Felipe Calderón, despertó al “México bronco” declarando una guerra, así la llamó, contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, sacando al Ejército y a la Marina a las calles, sin tener una policía bien preparada y sin problemas de corrupción para esa “guerra” que no era para nuestras instituciones armadas.
El Ejército y la Marina, no tienen porque realizar actividades policiacas, para las que no están capacitados. Nuestras fuerzas armadas están, para resguardar y hacer respetar a las instituciones y la soberanía nacional.
La guerra de Calderón, duró todo el tiempo que ese señor estuvo en el poder y no solo no se resolvió, sino que se agravó, habiendo entregado el poder con un saldo de más de cien mil jóvenes mexicanos, entre soldados y delincuentes muertos y más de 30 mil, jóvenes en su mayoría también, desaparecidos.
El presidente Peña Nieto, no informó al pueblo de cómo recibía a la nación y ha mantenido un silencio que parece cómplice, de lo ocurrido en esa materia, con el gobierno anterior.
La señora Josefina Vázquez Mota, ofrece con voz que suena más a demagogia que a un compromiso real, que acabará con la delincuencia, como si esto fuera tan fácil y que también acabará con el desempleo. Ya Vicente Fox había ofrecido eso, de crear 2 millones de empleos y no solo no cumplió, sino que durante su gobierno, fueron cientos de miles de empleos los que se perdieron y entre él y Calderón, llevaron al país a los más bajos índices de desarrollo de toda América Latina.
Los candidatos de la izquierda, Delfina Gómez, de Morena y Juan Zepeda, del PRD, tampoco se vieron muy convincentes. El perredista se ve más experimentado en algunos casos o con mayor sentido común.
De los cuatro aspirantes partidistas, tres: los del PRI, PRD y Morena, tienen la experiencia de haber gobernado a tres municipios importantes de la entidad vecina, que tiene 17 millones de habitantes. Josefina, la del PAN, no tiene ninguna experiencia en ese aspecto y parece ser la que menos conoce al estado y a la que menos conoce la gente.
De los cuatro, la panista Vázquez Mota, fue la que llegó más agresiva, tanto, que hasta se vio mal, como una estudiante rijosa que quiere entrar en competencia para ver quién es el peor. Las propuestas de acabar con la inseguridad, con los pobres, crear empleos para todos, etc., son comunes en todas las campañas políticas, en todos los estados y en todos los partidos.