En la primera reunión convocada por el gobernador Antonio Gali Fayad con los periodistas poblanos, afirmó que desea una relación cordial, de apertura y respeto. Ofreció respetar totalmente la libertad de prensa, demandando que ésta se ejerciera con responsabilidad.
Fue una reunión cordial, en la que el mandatario no ocultó el gran problema de inseguridad que existe en Puebla, a resolver el cual dedicará gran parte de su esfuerzo, pues dijo que la seguridad de las familias, la tranquilidad de todos los poblanos, es básica para el progreso.
Reconoció que la corrupción y la impunidad, han sido factores que han propiciado el incremento de la delincuencia común y organizada en la entidad, manifestando su plena disposición a coordinarse con el gobierno federal y con los gobiernos municipales, para acabar con ese flagelo que tanto ha dañado al país y que no se permitirá que siga avanzando.
“La delincuencia será combatida con decisión en todo el territorio poblano y no permitiremos su avance”, señaló.
Se tomarán medidas efectivas contra la corrupción y la impunidad, pues si estos males no se frenan, todo seguirá igual.
El estado de Puebla colinda con Veracruz, Estado de México, Guerrero, Morelos, que son entidades complicadas donde la delincuencia ha sentado sus reales, algo que no permitiremos que ocurra aquí, puntualizó.
Reconoció que Puebla está todavía en posibilidad de frenar el avance de las bandas organizadas dedicadas al robo, al secuestro, a la extorsión y que se hará en forma coordinada con los gobiernos federal y municipales.
Desde luego que no se desatenderán los renglones de educación, salud, creación de empleos y todo lo relativo a procurar el progreso y bienestar de la población, expresó.
En la reunión efectuada en Casa Puebla, el mandatario poblano estuvo acompañado del presidente municipal, Luis Banck, del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Roberto Flores Toledano; el secretario de Desarrollo Social, Gerardo Islas Maldonado; así como Ricardo Gutiérrez y Marcelo García Almaguer, de su equipo de comunicación.
¿Por qué el senador poblano, Miguel Barbosa Huerta, declaró abiertamente su simpatía por Andrés Manuel López Obrador, como aspirante a la Presidencia de la República? Porque estaba enterado de que los mandamases de su partido, PRD, estaban en tratos con el PAN, partido supuestamente antagónico al PRD y a la izquierda en general, para unirse en la campaña presidencial y de gobernador de la Ciudad de México.
Las divisiones internas del Partido de la Revolución Democrática se iniciaron desde que ese partido fue fundado y parece que serán eternas.
El PRD creado hace más de 25 años, “unificó” a las diversas corrientes de la izquierda mexicana, con el objetivo de tener un partido de tendencia progresista, con registro de Gobernación y desde luego, con posibilidades de llegar al poder.
Curiosamente su llegada a la gubernatura de algunos estados y a las presidencias de importantes municipios, en vez de unirlos, los dividió más, al grado de que en las elecciones del 2018, si las divisiones continúan, el PRD puede pasar a ocupar uno de los últimos lugares en votación, entre la decena de organizaciones políticas mexicanas.
La actitud de la dirigencia nacional perredista, de expulsar a quienes muestren su simpatía por el más popular izquierdista del país, Andrés Manuel López Obrador, acelera más la desbandada y hace pensar que lo que se dice de los acuerdos en lo obscurito para aliarse con el PAN, es cierto.
En la comida del gobernador Gali, con los periodistas poblanos, el mandatario local dijo que los partidos políticos, han perdido credibilidad en forma alarmante, lo cual es absolutamente cierto.
La única forma en que podrían recuperarla, sería la congruencia entre lo que dicen los líderes o representantes de dichos partidos y los hechos. Para eso los militantes partidistas, deberían tener perfectamente clara, cuál es la ideología del partido en que militan y por desgracia, parece que los partidos ya no tienen ideología. ¿Cómo se explica una alianza entre el PAN y el PRD? El pueblo no es idiota.
El Observatorio Ciudadano, organización civil, informó que en lo que va del presente año, se han registrado en Puebla 19 feminicidios y en los últimos 14 meses suman ya cien.
Está claro que “algo está podrido en Dinamarca” y que por fortuna, el gobierno estatal está consciente del problema y ha ofrecido combatirlo.
El hecho de que la máxima autoridad estatal, el gobernador del Estado, haya hablado con tanta claridad sobre el problema de inseguridad en Puebla, durante su reunión con los periodistas, el pasado viernes, indica que ya se decidió tomar en serio lo que está pasando. No ocultar la realidad, constituye el primer paso encaminado a su solución.
Cien mujeres asesinadas en los últimos catorce meses, no es algo que pueda ocultarse. Es un problema real que merece la atención inmediata de las autoridades.
Los secuestros y las extorsiones están a la orden del día en zonas como Teziutlán, Huauchinango, Tehuacán y algunas poblaciones del sur y del centro de la entidad. Y el ya famoso “triángulo rojo” en el centro del estado, zona de huachicoleros, ya está en la mira de las autoridades, y los habitantes de las poblaciones que tienen ese problema, empiezan a sentir que se les está atendiendo de verdad.