Nicolás Dávila Peralta / Punto de Vista
Tras el apoyo del presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Alejandro Moreno, a la iniciativa de la diputada Yolanda de la Torre de mantener al Ejército en tareas de seguridad pública hasta el año 2028, la alianza opositora Va X México parece debilitarse.
La iniciativa, que implica una reforma a la Constitución fue aprobada por la Cámara de Diputados y turnada al Senado, donde tuvo que ser regresada a comisiones, al no lograr la mayoría necesaria para ser aprobada.
Esta medida fue considerada como una “trampa legislativa” por el ultraderechista líder de la bancada del PAN en el Senado Julen Rementería, quien sostiene la tesis de esta corriente panista de que la presencia del Ejército en las calles sólo se da en las dictaduras. Quizá recuerde con nostalgia al general Augusto Pinochet o al “generalísimo” Francisco Franco, dos dictaduras sangrientas de derecha.
Para los aliados de Va X México y su “generalísimo” Claudio X. González, haber frenado esta iniciativa en el Senado de la República es un gran triunfo, porque su único objetivo en el Congreso de la Unión es rechazar cualquier iniciativa que provenga del presidente López Obrador o del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sin ver más allá de esta miope visión política.
Los mismos que apoyaron la militarización del país apenas iniciado el sexenio de Felipe Calderón, son los que hoy rechazan la presencia del Ejército en tareas de seguridad y alertan sobre una dictadura. Lo bueno de ayer es lo malo de hoy, para ellos.
Esta misma visión maniquea que encasilla la realidad en buenos y malos (lo bueno de ayer es lo malo de hoy) se da también en función de las diferencias entre el PRI y los otros miembros de Va X México: PAN y PRD.
Así lo expresó la dirigente estatal del PAN en Puebla Augusta Díaz de Rivera, al referirse a la alianza con el PRI y el PRD, en consonancia con lo expresado por el líder estatal priísta Néstor Camarillo. Ambos coincidieron en que a diferencia de la situación nacional en Puebla “la alianza no se ha roto”, porque “hay priístas buenos”, dijo Díaz de Rivera y añadió: “no todos los priístas son malos”.
Y es que a principio de la semana pasada saltó en los medios informativos la posibilidad de una alianza PRI-Morena, con el argumento de que el PRI está más cerca de la izquierda que de la derecha. Para Díaz de Rivera, estos son los priístas malos.
“Que sepan que hay priístas buenos en todo el estado, que se están apostando por salvar al país y los legisladores y su dirigencia no están representando a esos priístas que quieren sacar a México de esta desgracia de ser gobernados por Morena”, puntualizó la líder panista.
Por su parte, el dirigente priísta Néstor Camarillo dijo que su partido no romperá la alianza de Va X México en el estado; “seguimos firmes y fuertes”, aseguró. Asimismo, anunció que pronto se reunirá con los líderes estatales del PAN y el PRD para reafirmar esta alianza.
Sin embargo, siguiendo la lógica de la dirigente panista, habrá que ver, primero, cuáles son los “priístas buenos” con los que cuenta la alianza y cuáles los “priístas malos” que habrá que condenar por su acercamiento con Morena.
En esta lógica de buenos y malos, el PAN ya tiene candidato a la gubernatura del estado de Puebla: el alcalde de la capital Eduardo Rivera, neopanista, militante del Yunque y con el apoyo del presidente nacional del PAN, el partido donde todos son “buenos”, según Augusta Díaz de Rivera; en tanto que el PRI aún no tiene un aspirante a la candidatura.
De este modo, al PRI de los buenos y los malos no le quedará más remedio que apoyar al aspirante panista, con lo que en 2024 el antes poderoso partido tricolor servirá, junto con el PRD, de escalera para que el panismo de derecha busque gobernar el estado.
Así el PRI de los buenos y los malos habrá llegado a lo peor de su derrota: servir de peón al PAN.
Retazos
Nos han sorprendido los últimos sismos que han tenido como epicentro lugares cercanos a las costas de Michoacán y Colima. Estamos acostumbrados a que estos fenómenos tengan su origen en Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Consultando la configuración de la tierra, nos encontramos con las llamada placas litosféricas que conforman la parte más superficial de la tierra. México se encuentra en la placa americana y rodeada de la placa del pacífico y sus placas menores: Rivera, Cocos y Caribe.
Es la placa Rivera, ubicada en las costas de Michoacán, Jalisco, Colima, Nayarit y parte de Sinaloa, la que se sume bajo la placa americana y provoca estos temblores.