Nicolás Dávila Peralta
El 5 de mayo se conmemoró el 161 aniversario de la Batalla de Puebla, un hecho histórico donde el ejército francés, considerado entonces como el mejor ejército del mundo, fue derrotado por las fuerzas mexicanas republicanas en los cerros de Loreto y Guadalupe.
Después de la Guerra de Reforma que culminó con la Constitución de 1867 y la derrota de la derecha conservadora, el gobierno de Benito Juárez decretó la suspensión de pagos de la deuda externa. Los gobiernos de Francia, España e Inglaterra reaccionaron enviando sus tropas que desembarcaron en el puerto de Veracruz.
El gobierno mexicano entró en negociaciones; España e Inglaterra las aceptaron; no así Francia cuya intención era dominar a México con en apoyo de la derecha política y religiosa. El Ejército Mexicano, fortificado en los cerros de Loreto y Guadalupe, en Puebla, derrotó al llamado mejor ejército del mundo el 5 de mayo de 1862.
El emperador francés Napoleón III no cejó en su empeño de dominar a México y al año siguiente avanzó nuevamente hasta llegar a la capital. Mientras tanto, una comisión de políticos conservadores le ofreció al archiduque Maximiliano de Habsburgo el trono de México. Con el apoyo del ejército francés, la derecha se arrodilló ante el Emperador de México.
En 1866, a Napoleón III dejó de interesarle México, soltó de la mano a la derecha y Maximiliano fue fusilado en Querétaro el 19 de junio de 1867. Así terminó la aventura de crear una sociedad mexicana dividida en nobles y plebeyos.
Y es que la derecha divide a la sociedad en dos grupos: los llamados a gobernar, los nobles, dueños del capital, y los plebeyos, destinados a ser siempre gobernados: indígenas, campesinos, artesanos, obreros, en fin, las clases que consideran inferiores en raza, educación e inteligencia.
Como en el siglo XIX, hoy también la derecha tiende a buscar el apoyo de otros gobiernos y a permitir que éstos dominen al país, siempre y cuando favorezcan sus intereses económicos y políticos.
Así se entiende que hoy, en pleno siglo XXI, la derecha en México divida a la sociedad en dos clases sociales y califique a los que considera inferiores como “chairos”, ignorantes, y busque el apoyo de organizaciones conservadoras de otros países y hasta de organismos internacionales.
Hoy firman desplegados de la derecha internacional en contra del gobierno mexicano, buscan el apoyo de legisladores estadounidenses de extrema derecha y aplauden la desinformación y las calumnias de medios informativos (o desinformativos) de otros países, principalmente de los Estados Unidos.
Como los conservadores del siglo XIX, hoy la derecha aspira a encontrar otro Napoleón III que los ayude a llegar al poder, y procuran no mirar hacia los cerros de Loreto y Guadalupe.