El escándalo de la primera quincena de este mes de agosto es la acusación de sobornos en contra del exdirector de Petróleos Mexicanos Emilio Lozoya, acusado de estar involucrado en el escándalo de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht; el funcionario mexicano habría recibido diez millones de dólares para garantizarle contratos en Pemex a dicha empresa.
Desde luego, la respuesta de Lozoya fue negar los cargos y anunciar, a través de sus abogados, que presentará una denuncia en contra de Quinto Elemento Lab, asociación de investigación periodística que dio a conocer que los sobornos de Odebrecht beneficiaron al entonces director de Pemex.
Sin embargo, este no es el único caso en el que el exdirector de Pemex está involucrado.
El diario El Economista dio a conocer el viernes pasado información obtenida de la Auditoría Superior de la Federación donde esa dependencia señala varias irregularidades durante la administración de Lozoya en Pemex.
El Plan de Negocio de Pemex 2016-2020, no contempló un programa de adquisiciones prioritarias y los principales escenarios de riesgos estratégicos y comerciales de la empresa.
En materia de distribución y comercialización de gasolinas, la prestación de servicios de las subsidiarias Pemex Logística y Pemex Transformación registró un déficit por 7 millones 808 mil 951 pesos.
No hubo estrategias claras para reducir las pérdidas por tomas clandestinas, ni para adecuar y modernizar infraestructura.
La ASF informó de contratos para el mantenimiento de las refinerías de Salina Cruz y Minatitlán que no cumplieron las disposiciones legales y normativas.
En 2015, el entonces director de Pemex, Emilio Lozoya, hizo uso personal de un helicóptero Eurocopter EC-145, para más de 700 traslados del lujoso edificio residencial “Torre Arcos” en Bosques de las Lomas de la Ciudad de México, y de la “Torre GAN” en Polanco, a diversos puntos elegidos por Lozoya, como Teotihuacán o Cuernavaca.
Además, la dependencia federal descubrió inconsistencias e irregularidades en contratos, con daño patrimonial superior a los 13 millones de pesos,
La Auditoría Superior de la Federación -según informa El Economista- dio cuenta de un daño o perjuicio al patrimonio de Pemex Transformación Industrial, en 2015, por un monto de 43 millones 628 mil 193 pesos por una obra pagada y no ejecutada en el Complejo Petroquímico Cangrejera.
Así pues, la certeza o no de las acusaciones de haber recibido sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, le corresponde definirla a las autoridades competentes; sin embargo, los informes de la Auditoría Superior de la Federación señalan que la administración de Lozoya al frente de Pemex no fue muy clara en cuanto a la administración de los recursos que genera la empresa, lo cual es ya suficiente para dudar de la calidad ética del funcionario.
Por otra parte, el caso de Emilio Lozoya no es el único en este sexenio. Desde el tiempo de la campaña presidencial de 2012, se puso en evidencia la poca preparación del candidato presidencial del PRI. Luego, ya en el poder, vino el escándalo de la “Casa Blanca” y así, en los cinco años de gobierno han ido apareciendo los escándalos de corrupción, abuso de autoridad y enriquecimiento ilícito de la nueva generación de políticos prian-istas.
Retazos
En su pasada asamblea nacional, el PRI quitó los candados que impedían presentar como candidato presidencial a quien no tuviera militancia comprobada en el partido; esto abre las puertas al actual secretario de Hacienda y Crédito Público, lo cual significa la intención del partido de continuar con la política económica neoliberal de la mano con Acción Nacional; de ahí que la clase gobernante no sea priista, sino prian-ista. El partido podría cambiar su nombre por el de Partido Neoliberal Institucional (PNI).