Nicolás Dávila Peralta
El 21 de febrero, en el juicio que se llevó a cabo en Nueva York, el jurado declaró culpable de cinco delitos a Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad del gobierno de Felipe Calderón y ex jefe de la Agencia Federal de Investigaciones en el gobierno de Vicente Fox. Sus dos jefes esperaron con preocupación el resultado de este proceso; uno, desde su rancho de San Francisco del Rincón, Guanajuato, y el otro desde el rincón donde se refugia en España.
Los testimonios no valen, decían los articulistas y sus colegas panistas; pero sí valieron y a través de esto, García Luna “valió…” y fue declarado culpable de tráfico, importación y distribución de cocaína, pertenecer a una empresa criminal y falsear declaraciones ante autoridades migratorias; todo por negociar por más de 20 años con el Cártel de Sinaloa.
Ante esta declaración de culpabilidad, los piadosos y bien portados panistas se pasmaron. ¡Cómo era posible que en los dos gobiernos del PAN el pecador y sacrílego de García Luna haya sido funcionario de primer nivel! En los 12 años de (des)gobierno “ni lo vimos ni lo oímos”, como dijo Carlos Salinas.
La primera reacción de los damnificados de García Luna fue la huida de los diputados federales panistas que, tan pronto supieron el desenlace del juicio, desaparecieron de la Cámara de Diputados, dejaron vacías las curules de San Lázaro, antes que los diputados de Morena y sus aliados los aporrearan.
La primera voz que salió a relucir fue la de Felipe Calderón, desde su rincón en España, donde vive a la sombra de la derecha franquista; en redes sociales escribió:
“Es falso que mi gobierno tuviera información sobre nexos de Genaro García Luna con el narcotráfico. Actué con determinación contra el crimen organizado y recibí amenazas por ello, jamás hubiera permitido que ningún funcionario con vínculos como esos siguiera en el gobierno”.
Y en otros mensajes, afirmó que jamás negoció ni pactó con criminales. “Jamás usé la investidura presidencial para abogar por sus intereses”. Luego llamó a no olvidar la lucha de cientos de policías en su famosa “guerra contra el narcotráfico” que comandaba ni más ni menos que el condenado por cinco delitos en Estados Unidos: Genaro García Luna.
A las afirmaciones de Calderón salió a responder en las redes sociales un ex panista, ex yunquista y también funcionario en el sexenio de Calderón: Manuel Espino, quien lo desmintió en el mismo sitio de Internet:
“Yo te informé de esos nexos, te compartí la versión surgida en una reunión internacional de ex jefes de Estado sobre seguridad en Colombia. A tu estilo, preferiste ignorar”.
Y así, el mensaje de Felipe, al estilo de “yo no fui, fue Teté…”
Al estilo de los nuevos panistas, dos días después el PAN se deslindó de García Luna: no es militante del partido, nunca compartimos la torta en el recreo, es más ni nos llevábamos con él. “Si se corrompió, debe pagar por sus actos”.
Pero aprovecharon el viaje para pegarle al gobierno federal: “tarde o temprano quienes hoy están cometiendo delitos de asociación delictuosa con el narcotráfico, lo pagarán aquí en México y también en Estados Unidos, porque hoy lamentablemente en nuestro país existe un narco Estado”.
En este tono declararon también algunos legisladores. La coordinadora de los diputados federales panistas de Puebla, Carolina Beauregard Martínez, después de la graciosa huida de su bancada, dijo que “una persona no define a un partido”, es más ni era panista, “sólo fue un colaborador de Felipe Calderón”.
El ultraderechista Julen Rementeria, coordinador de los panistas en el Senado coincidió con su correligionaria al decir que la sentencia fue para un solo hombre.
Pero no podía faltar las afirmaciones chuscas de los cómicos del panismo. Doña Lilly Téllez saltó al ruedo con su comentario:
“Celebro que se aplique la ley a García Luna. Y les digo claro y directo a AMLO y sus cómplices: Pongan sus barbas a remojar con el caso García Luna. En mi gobierno no esperaré a que se haga justicia en otro país, aquí pagarán por sus fechorías, bola de simuladores”.
En fin, soñar no cuesta nada.
Chente Fox no podía quedarse atrás y el que le dio el puesto de director de la AFI a García Luna, desde el rincón de su rancho salió con su “domingo siete”:
“Sigue Calderón, dice Morena tras fallo contra García Luna. EL QUE SIGUE ES LÓPEZ, PRIMERO FUERA DE PALACIO Y LUEGO DENTRO DE LA CÁRCEL!!”
Mientras tanto, el gobierno de México ha presentado una demanda civil ante un tribunal de Florida por lavado de fondos en el que involucra a la esposa de
García Luna, Linda Cristina Pereyra, por 700 millones de dólares, a través de 40 empresas y fideicomisos; y pende sobre un abogado defensor, César de Castro, una posible demanda por difamación pues se le ocurrió decir en el proceso que AMLO recibió sobornos del narcotráfico para su campaña por la jefatura de gobierno del entonces Distrito Federal.
En fin, que el golpe, sin duda, tendrá consecuencias no solo para el PAN, sino para la alianza Va X México en las elecciones por venir este año y en 2024