Nicolás Dávila Peralta / Punto de Vista
El pasado 3 de febrero, la alcaldesa de Izúcar de Matamoros Irene Olea, participó como oradora oficial en la ceremonia luctuosa en conmemoración de la muerte del héroe insurgente Mariano Antonio Matamoros y Guridi, realizada en la ciudad de Morelia, capital del estado de Michoacán, lugar donde fue fusilado este sacerdote y brillante militar.
Tras agradecer la invitación del gobierno municipal de Morelia, la munícipe destacó entre las principales cualidades del general Mariano Matamoros su honestidad, su lealtad a la causa insurgente y la disciplina que se reflejó tanto en su rápido ascenso de coronel, grado con el que lo designó el general José María Morelos y Pavón, a general del ejército libertador.
Fue precisamente la disciplina lo que le permitió formar el primer ejército insurgente leal y disciplinado, acción por la cual Izúcar de Matamoros ha sido declarada por el Congreso del Estado de Puebla como “Cuna del Ejército Mexicano”.
La presencia de quien gobierna el ayuntamiento de Izúcar en la capital michoacana es relevante, porque es una muestra de los hechos históricos que hermanan a las dos ciudades en torno a la figura de Mariano Matamoros y ofrece la oportunidad de difundir y promover en Morelia la cultura y la riqueza turística de Izúcar de Matamoros.
Morelos y Matamoros, héroes comunes
La ciudad de Morelia y el municipio de Izúcar de Matamoros mantienen como vínculos históricos a dos de los principales héroes de la Independencia Nacional: José María Morelos y Pavón y Mariano Antonio Matamoros y Guridi.
Morelos nació en Valladolid, ciudad que cambió su nombre por Morelia en honor al héroe nacional, en 1765; trabajó como agricultor y arriero hasta los 25 años, cuando decidió ingresar al Colegio de San Nicolás para cursar la carrera eclesiástica. Ahí conoció y fue discípulo de don Miguel Hidalgo y Costilla, quien el 15 de septiembre de 1810 inició el levantamiento por la Independencia de México del reino español.
Tras la muerte de Hidalgo, Morelos encabezó el movimiento insurgente y conquistó para la causa el sur del país. En diciembre de 1811 entró en Izúcar, cuyos habitantes se unieron a la causa de la independencia y mostraron su lealtad en la defensa de la población contra el ataque del realista Soto Maceda.
Fue aquí en Izúcar donde se unió a la causa el cura de Jantetelco Mariano Matamoros y Guridi, quien demostró sus cualidades militares al organizar lo que se puede llamar, a todas luces, el primer ejército mexicano, entrenado, disciplinado y valiente, con el cual tanto Morelos como Matamoros avanzaron triunfo tras triunfo por los hoy estados de Guerrero, Oaxaca, Morelos y el sur de Puebla.
Mariano Matamoros nació en la Ciudad de México en 1770; estudio en la Pontificia Universidad de México y se ordenó sacerdote en 1796. Fue destinado a ejercer su ministerio en parroquias rurales, la última de ellas, Jantetelco, en el actual estado de Morelos.
Al conocer el gobierno virreinal sus simpatías con la causa de la independencia se ordenó su captura, pero él reunió a un grupo de sus feligreses y marchó hacia Izúcar, donde se reunió con Morelos que le otorgó el grado de coronel; ahí organizó cuatro regimientos perfectamente entrenados. Esto fue logrado gracias al conocimiento que tenía de las Ordenanzas Militares del Ejército, publicadas en tiempos del rey Carlos III y que eran observadas por el ejército realista, lo que le permitió, además de organizar sus tropas, conocer las estrategias del enemigo.
Con este ejército organizado y bien entrenado, Mariano Matamoros participó en la toma de la ciudad de Oaxaca y otras ciudades del sur de México.
La idea de Morelos de tomar Valladolid fue secundada por Mariano Matamoros. Con sus tropas establecidas en Tehuitzingo, Matamoros marchó hacia Morelia. Se encontró con el generalísimo en Cutzamala, unieron sus tropas y avanzaron hacia Huetamo, Tacámbaro y Tiripetío, ya en el estado de Michoacán e iniciaron el ataque a Valladolid el 23 de diciembre de 1813, pero fueron derrotados por las fuerzas al mando de Ciriaco del Llano y Agustín de Iturbide.
En retirada avanzaron hacia el sur del estado hasta llegar a Puruarán, en este lugar fue capturado el 5 de enero de 1814 por las mismas fuerzas que defendieron Valladolid. Preso, se le condujo a Pátzcuaro y de ahí a Valladolid, donde fue fusilado el 3 de febrero, a pesar de que José María Morelos ofreció la liberación de 200 prisioneros realistas por la libertad de Matamoros.
Así pues, los datos sustentan los lazos históricos que unen a Izúcar de Matamoros con la ciudad de Morelia. Nacimiento del generalísimo Morelos y la muerte del general Mariano Matamoros, hermanan a las dos ciudades.