Nicolás Dávila Peralta
POCAS SORPRESAS HUBO EN LAS ELECCIONES del pasado 5 de junio; en cuatro estados el partido en el gobierno ganó con amplia ventaja; en los otros dos, los triunfos fueron para la alianza Va por México: Aguascalientes seguirá gobernado por el PAN y en Durango ganó el PRI, gracias al apoyo que le brindó el partido blanquiazul.
El gran perdedor fue el PRI que perdió a dos de sus más fuertes bastiones: Hidalgo y Oaxaca, para quedarse únicamente con tres estados: Durango, Coahuila y el Estado de México.
El escenario político ha seguido cambiando. Morena mantiene la mayoría en la Cámara de Diputados, aun cuando la correlación de fuerzas no le alcanza para impulsar reformas constitucionales. Pero lo sobresaliente es que en menos de cuatro años los gobiernos de los estados han cambiado de color. Hoy, Morena gobierna 20 estados, sus aliados PVEM y PES, un estado cada uno. En cuanto a los miembros de la ALIANZA “CLAUDIANA” (creada y dirigida por Claudio X. González): PRI, PAN, PRD, el primero se ha quedado únicamente con tres estados; el PAN, con cinco y el PRD ni uno. Movimiento Ciudadano, que no se ha integrado a esa alianza, gobierna en dos.
Con este escenario, las reacciones han sido diversas; pero con una característica común: todos perciben un escenario optimista para 2024.
Los líderes de los partidos perdedores consideran que con estos resultados “hay tiro” para 2024, como dijo “Alito”, el dirigente nacional del PRI que no alcanza percibir la debacle de su partido que apenas en 2017 gobernaba 14 estado; lo mismo los líderes del PAN -que antes de las elecciones de 2018 contaba con 12- y el PRD que tenía en su poder cuatro estados. Morena entonces no tenía gobernadores.
En cuatro años, el PRI perdió 11; el PAN siete, y el PRD los cuatro que gobernaba. Pero el optimismo sigue y ya miran hacia Nuevo León, donde buscan su candidato a la presidencia de la República: el hijo de Luis Donaldo Colosio.
Morena y sus aliados, desde luego, tienen motivos para el optimismo; el país se va pintando de sus colores y las previsiones para 2024 son muy buenas; aseguran la continuación del proyecto lopezobradorista de la Cuarta Transformación.
Sin embargo, parecen olvidar que en las boletas de 2024 ya no estará el nombre de Andrés Manuel López Obrador y que, para ese año, serán los candidatos, los dirigentes y la militancia del Movimiento de Regeneración Nacional quienes deberán hacer triunfar al programa de transformación nacional.
Y AHÍ ESTÁ EL PROBLEMA. Morena carece hasta hoy de tres condiciones necesarias para un partido gobernante: ESTRUCTURA, DISCIPLINA Y UNIDAD.
En primer lugar, se requiere que ese partido consolide sus comités municipales, distritales, estatales y el nacional; difunda y convenza a los militantes del proyecto de nación que persigue Morena; tiene el peligro del arribo al partido de “chapulines” de otros partidos que se suben al barco de Morena únicamente para seguir en el poder.
El segundo aspecto es la disciplina. Esta fue una característica que le permitió al PRI mantenerse en el poder de 1929 a 2000. Sin disciplina, se abren las puertas a los grupos de interés, a las corrientes, a las sectas. Este fue el problema que acabó con el PRD y puede acabar con Morena.
LA UNIDAD ES EL ASPECTO MÁS IMPORTANTE para que un partido se mantenga en el poder. Unidad no significa uniformidad sino unión en torno a principios, proyectos y capacidad para resolver los conflictos de manera pacífica e interna.
Si en un partido, sea a nivel nacional, estatal, distrital o municipal, se divide, si sus militantes se confrontan, si surgen grupos con intereses propios y –lo más grave- si las diferencias internas se convierten en confrontaciones públicas, el partido muestra sus debilidades a sus adversarios, que se frotan las manos pensando en derrotar al partido en el poder.
Tanto en el poder como en la oposición no se vale el optimismo exagerado. La oposición debe pensar en cómo salir de ese agujero en el que la colocaron los electores en 2018 y en 2022; Morena debe pensar en consolidarse en la estructura, la disciplina y la unidad, para demostrar a los electores que el capaz de gobernar en bien de México.
Los reporteros levantaron la voz
El viernes pasado, la Asociación de Periodistas, Reporteros Gráficos y Comunicadores de Puebla (ASPEC) realizó un foro con motivo del Día de la Libertad de Expresión. Tomaron la voz los trabajadores de los medios informativos, los que dan la cara día a día para sus periódicos, sus radiodifusoras, sus canales de televisión y sus periódicos digitales.
Hablaron de lo que significa el fotoperiodismo, donde el fotógrafo, el camarógrafo debe mostrar en una imagen lo que está pasando; y los riesgos a los que se enfrenta esta profesión tan devaluada por los empresarios de los medios y por los políticos, y tan riesgosa en muchas ocasiones.
Fue la voz de los trabajadores, no la de los empresarios, la que se hizo escuchar en la Casa de Cultura de la ciudad de Puebla. ¡Felicidades, compañeros!