Por Nicolás Dávila Peralta / Punto de Vista
De acuerdo con la ruta electoral de este año, los aspirantes a un sitio en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión han iniciado sus precampañas, y el 7 de febrero lo harán los aspirantes a una diputación local o presidencia municipal. En el estado de Puebla se elegirán 16 diputados federales junto con sus suplentes, 26 diputados locales de mayoría y 15 de representación proporcional, y 217 presidentes municipales con sus planillas de regidores e igual número de síndicos.
Tanto los partidos principales del país como los pequeños buscan ya sus candidatos a los 259 cargos que estarán en competencia el próximo 6 de junio en Puebla. Morena va acompañado de los partidos Verde y del Trabajo, en tanto que PRI, PAN y PRD han concretado su alianza Va por México.
Además de éstos, participarán en la contienda el Movimiento Ciudadano (MC), el Partido Encuentro Solidario (PES), Redes Sociales Progresistas (RSP) de la profesora Elba Ester Gordillo, y Fuerza por México, que lidera Gerardo Islas Maldonado.
El problema que enfrentan todos los partidos, incluyendo al partido en el poder, es haberse convertido en franquicias electorales, lo que significa para el PRI, el PAN, el PRD y Morena, un abandono de los principios que les dieron origen, y en el resto de partidos el haber nacido únicamente para ocupar un lugar en el escenario político electoral.
El resultado, como lo comenté en columnas anteriores, son las alianzas entre partidos con orígenes e ideologías distintas y hasta contrarias; tales son los casos de la alianza PAN-PRI-PRD, o el Partido Verde que se ha cobijado lo mismo bajo la sombra el PRI que del PAN y ahora, de Morena.
Derivado de esta crisis de partidos viene la absurda postulación como candidatos de personajes de la farándula o del deporte, ajenos a las tareas de un gobernante o un legislador.
Así, vimos en el sexenio pasado a una comediante –vulgar, por cierto- ocupar una curul en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, y hoy padecemos a una conductora que ha saltado de la televisión al Senado de la República, primero postulada por Morena y ahora militante del PAN.
En este proceso electoral, se empieza a vislumbrar una situación semejante.
Ejemplos en el PRI son las postulaciones de Patricio Zambrano y el piloto de carreras Fernando Lozano, como diputados locales de Nuevo León; y en el PAN el clavadista olímpico Rommel Pacheco como candidato a diputado federal.
La alianza Va por México postula para gobernar Baja California a la ex Miss Universo Lupita Jones.
Otro partido simpatizante con esta alianza es Movimiento Ciudadano que propone para una diputación local por el distrito de Misantla, Veracruz, a “Paquita la del Barrio”; y al futbolista Adolfo Ríos para presidente municipal de Querétaro.
Ni Morena se salva de esta recolección de figuras del espectáculo; la actriz de telenovelas Gabriela Goldsmith, Marco Antonio Flores, vocalista de la Banda Jerez y el youtuber conocido como “El Falso Pirata”, son postulados por el partido de la 4T para diputados federales.
Estos son algunos ejemplos, pero hay más: comediantes, cantantes, futbolistas y figuras de la lucha libre, ya se han apuntado para competir por un puesto de elección popular.
Los dirigentes de los partidos que forman la alianza Va por México, aseguran que han aprendido la lección de 2018 y van en busca del electorado; Morena busca mantener su mayoría en los congresos federal y de los estados, así como de las gubernaturas, los partidos satélites aspiran a mantener su registro para seguir viviendo del presupuesto.
Todos los partidos parecen haber olvidado que México necesita gobernantes y legisladores con capacidad e iniciativa para responder a los enormes retos de salud, laborales, económicos, de seguridad y educativos que ha significado la pandemia que, al igual que los demás países del mundo, golpea a nuestra patria.
¿Tendrán los comediantes, cantantes, actores de telenovelas, luchadores, youtubers, etcétera, la capacidad de responder con responsabilidad a estos retos, o desgobernarán estados o municipios e irán a las cámaras legislativas solo a calentar las curules?
Es momento de que nosotros, los electores, seamos críticos frente a los partidos y candidatos; exijamos propuestas claras y viables a la problemática local y nacional y no solo promesas falsas. Pensemos muy bien a quién damos nuestro voto.