Alejandro García Azcue
Uno de los oficios más controvertidos en el mundo es la de ser reportero. Hay que aclarar que no es lo mismo un reportero que un periodista. Un reportero tiene como principal actividad la de recolectar y presentar información sobre un determinado evento o acontecimiento. En este caso, los periodistas tanto de radio, prensa y televisión trasmiten información a todos los hogares del mundo, pero si sucede un acontecimiento, en el lugar donde se encuentre un periodista éste debe transmitirlo; es aquí donde se convierte en reportero.
Si bien se puede encontrar una gran diferencia entre el reportero y el periodista, porque el primero se limita solo a “reportar” lo que los demás dicen y el segundo investiga y ofrece un escenario más amplio del tema, al final esto obedece al desempeño y compromiso, pero ambos son profesionistas. Para garantizar los derechos de quienes se dedican a investigar e informar, hace falta empezar por lo elemental: el periodismo no es un oficio, es una profesión y como cualquier otro trabajo, según la constitución, requiere obligadamente, tener todas sus prerrogativas a salvo como lo marcan las leyes de nuestro país.
Libertad de expresión
La libertad de expresión es un derecho humano básico, constitucional, fundamental e inherente y necesario a la naturaleza humana. La libertad de expresión está consagrada en los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y en el ámbito internacional lo podemos encontrar contemplado dentro del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La libertad de expresión no sólo protege el derecho a difundir ideas y conocimientos, permite también buscar y recibir información verdadera y de diferentes medios.
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas, ya sea oralmente, por escrito o a través de las nuevas tecnologías de la información, lo cual no puede estar sujeto a censura previa sino a responsabilidades ulteriores, expresamente fijadas por la ley.
No se puede restringir el derecho de expresión por medios indirectos, como el abuso de controles oficiales o particulares en la difusión de información, mediante la utilización del derecho penal o por cualquier medio encaminado a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.
Sin embargo, en México, el ser periodista, el ser investigador ha causado muchas inconformidades en los grupos de poder. Por eso, el poder los copta a base de prerrogativas inmorales, por lo que muchos periodistas se han limitado a ser comparsas de los gobernantes en turno. Otros que no se han doblegado a los poderes fácticos, desgraciadamente han sido asesinados. Dice una expresión “no se mata la verdad, matando periodistas”.
Deber de los informadores
Todo informador, en su calidad de difusor, debe cumplir con el deber de que la información divulgada sea, por un lado, veraz, y por otro, imparcial, de tal forma que distinga entre las opiniones o juicios de valor de quien informa y el contenido mismo del mensaje informativo o noticioso.
Es importante destacar que muchos de los presentadores de espacios noticiosos y programas de entretenimiento, han abusado de su derecho de libertad de expresión, ya que comúnmente opinan sin ser expertos sobre el tema a tratar y su información puede ser imprecisa o descontextualizada.
Además, reflejan prejuicios y ocasionan confusión y desinformación en las audiencias. Estas opiniones pueden ir en detrimento de grupos sociales minoritarios o incidir en la toma de decisiones de los ciudadanos en la vida.
En una entrevista con el Papa Francisco, dice que hay 4 actitudes que deben de cambiar en el periodismo:
- – Periodismo desinformativo, en donde se dicen verdades a medias.
- – Calumnia, su información está basada en suposiciones.
- – Difamación. Ocurre cuando una persona publica una declaración falsa que tiende a dañar la reputación de otra. La difamación por escrito se llama libelo. La difamación verbal se llama calumnia.
- – En el cuarto punto, el Papa designa un término muy duro que es la coprofilia o coprolagnia (afinidad por las heces). Enfatiza, que es el amor por las cosas muy sucias.
Medios de información y periodistas, que viven del escándalo, del dolor ajeno, de lo banal. Tenemos el caso de Loret de Mola, de Lili Téllez (ahora Senadora), de Brozo. Loret de Mola gana alrededor de 15 millones de pesos mensuales.
Dice Ryszard Kapuscinski: “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”.
“El verdadero periodismo es intencional. Se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio. El deber de un periodista es informar. Informar de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia. La noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro, el respeto del otro”.
“Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”.