Que en el 2012 cuando la Asamblea de Representantes del gobierno de la Ciudad de México aprobó el aborto a las doce semanas de gestación. En cuatro años de aplicarse esta ley han sido practicados miles de abortos.
Hasta hoy sólo la Ciudad de México, antes Distrito Federal, tiene aprobada esta práctica. La capital de la República desde hace por lo menos 14 años es gobernada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), instituto político que ha venido en descenso por sus problemas internos y sus alianzas con la derecha.
La aprobación del aborto viene de los movimientos de grupos feministas que pedían esta legislación para que se hiciera una realidad la defensa de su derecho a decidir sobre su cuerpo, los legisladores perredistas escucharon sus reclamos y petición, aprobando y creando una ley que permite la práctica del aborto hasta con doce semanas de gestación.
Como consecuencia de esta ley, ya que en ningún estado del país está aprobada, miles de mujeres van a la Ciudad de México a practicarse el aborto.
El gobierno capitalino aprobó esta ley en parte, según, para evitar que las mujeres acudieran a lugares clandestinos y personas no preparadas, lo que en muchas ocasiones provocaba la muerte de las mujeres, ya con la ley las mujeres que abortan son atendidas por profesionales en clínicas del gobierno o particulares.
Hasta aquí las justificaciones que dieron quienes aprobaron esta nefasta ley, veamos las reales consecuencias de esto.
No es propósito aquí de exponer principios religiosos en los que se defiende la vida desde la concepción, sino ver lo que está pasando, ver lo que significa esta medida en las nuevas generaciones.
La aprobación del aborto es una causa de la descomposición social que se vive, de la pérdida de valores, de la ausencia de amor y respeto a la vida en todas sus manifestaciones.
Si hoy con esa ley se eliminan miles de vidas en nombre de un derecho de las mujeres, la de decidir sobre su cuerpo, es fácil eliminar la vida de los animales, de las plantas, los bosques, los ríos y todo lo que contiene vida. En adelante ya no importará eliminar lo que sea en nombre de la libertad y los derechos de los humanos.
Esto es degradación humana, pérdida de valores y principios, pérdida de amor a todo, lo que importa ahora es el valor monetario, el libertinaje, la concentración de riqueza, la explotación de los semejantes.
Doce semanas de gestación dice la ley para practicar un aborto ¿es que a las doce semanas no es un ser humano? ¿Después de doce semanas sí lo es? Absurdo, desde que se da la concepción ya es vida en el vientre de la madre, ya es un ser humano en proceso de formación y desarrollo y toda acción en su contra atentará su vida, y su derecho a la vida.
Los defensores del aborto dicen que las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo, de acuerdo, pero el ser que llevan dentro tiene el mismo derecho, tiene derecho a vivir sin importar que es producto de un embarazo no deseado, simplemente tiene derecho a vivir, y si se le corta la vida es porque no lo aman y deciden eliminarlo.
Cuando el doctor introduce instrumentos para provocar el aborto está cometiendo un delito porque le está quitando la vida a un ser que se está desarrollando, creciendo, es decir, está interrumpiendo un proceso maravilloso de la naturaleza, se está formando un nuevo ser.
Además, aún cuando las mujeres son atendidas por médicos, no se descarta que queden estériles para siempre porque se han manipulado sus órganos reproductores, puede haber efectos psicológicos, después de un aborto parece que las cosas ya no serán igual.
Se ha intentado aprobar el aborto en otros estados pero hasta ahora no se ha podido, con todo el machismo que puede haber en los legisladores de los congresos, pero el tema no les hace mucha gracia, saben en el fondo lo que implica, sin embargo, no se duda que la ley avance en otros estados entre ellos Puebla en donde el PRD ya prepara una iniciativa de ley.
Si las leyes deben ser para servir, para mejorar las condiciones de vida de la población, la ley de aborto no hace feliz a las mujeres que se someten a esa medida, el haber eliminado una vida no creo que las ponga contentas, creo que no por más que quieran aparentarlo.
¿Qué hacer entonces si no quieren que sus hijos nazcan? Hay miles de parejas que por muchas razones no pueden procrear y desean un hijo, ellos pueden hacerse cargo, el Estado-gobierno puede también hacerse cargo, México es muy grande para recibir a esos menores, simplemente déjenlos vivir, ellos no pidieron venir pero ya están en formación natural y creo que no es correcto, ni legal, ni moral, ni ético, ni humano, ir en contra de la vida.