Dr. Melitón Lozano
La discusión en el escenario político nacional es muy clara y evidente, lo que quieren los opositores a AMLO y el proyecto que representa es disfrazar una lucha con aparente causa, pero lo que verdaderamente defienden son privilegios e intereses políticos usando estrategias y estructuras del viejo régimen, un viejo régimen que no termina de articular una propuesta opositora a la Cuarta Transformación.
Se han quedado anquilosados los mismos actores políticos responsables del gran desastre en que se encontraba México, esos convocantes a manifestarse con una bandera de la democracia; quién puede pensar que se pueden limpiar la cara y ser sangre nueva, son aquellos con nombre y apellido que heredaron corrupción, impunidad, pobreza, marginación y muchos lastres que nos lacera y agravia como mexicanos.
Su forma de actuar nos interpela y nos invita implícitamente a definirnos donde situarnos, ahora con más nitidez podemos ubicarnos ideológicamente de lado de los que combatimos las grandes desigualdades, porque la desigualdad mata; nos ubicamos de lado de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no duda estar de lado de los mas empobrecidos y pisoteados en su dignidad durante mucho tiempo.
Por ello la justicia histórica es necesaria, la reparación de los daños causados por el colonialismo inscritos en el presente.
Ahora bien, nuestro presidente no abona a un plan A o B, abona a un plan “D”, un plan que los mexicanos estamos convencidos, un plan que despabile la democracia, una democracia que se apoderaron algunas instituciones políticas como el INE, pero hay más instituciones que se aferran a seguir funcionando como el viejo PRI, o más bien el anquilosado PRIAN.
¿Qué mexicano con sentido común, levantaría la mano para que sigan los excesos en el INE? No me refiero a los hombres y mujeres que lo sostienen con su labor y su esfuerzo, esa burocracia de la cultura del trabajo es también lastimada; es claro que nos referimos a aquella burocracia dorada, que gana más que el presidente, muchos de ellos por arriba de los 300 mil pesos, que, además tienen prebendas más allá de sus propias funciones, muchos botones de muestra: viajes, comidas, asesores, enseres, etc.
¿El INE no se toca? ¿Es real la premisa?, o es una simulación en el leguaje, justo es lo que hacen y defienden, no hay sustancia en los argumentos opositores para defender la democracia, justo aquellos que defendían hace apenas unos años a: Odebrecht, su escandalo mundial de corrupción y en México no pasó nada, incluso los defendieron y exculparon; OHL, Oceanografía, Amigos de Fox, Iberdrola y seguramente una lista interminable de agravios a la nación mexicana.
En ocasiones se nos olvidan los ultrajes al país, pero Genaro García Luna nos lo recuerda de nueva cuenta, o ya se nos olvidó ese hombre inteligente y culto, que dejo de lado la ética del servicio público y justo se perdió por esos andurriales donde moralmente es difícil llegar. La realidad mexicana es, que un proyecto real-vigente desde hace más de 5 años, un proyecto de nación que encabeza AMLO, que se replica y sostenemos en todo el país, está molestando a los privilegiados y quieren recuperar el poder a toda costa y con ello sus privilegios de clase dominante.
Pero todos los que creemos en él, las dos terceras partes del país, los más de 20 gobernadores, los miles de presidentes y diputados que sostienen el movimiento de transformación nacional, seguiremos fortaleciendo el proyecto de transformación. Ánimo presidente, la historia se reescribe y ubica cada cual en su lugar, la historia nos dice quién fue Lucas Alamán y
Escalada o Antonio López de Santa Anna, qué ideales defendían y porqué causas luchaban.
En otra publicación lo comentaremos, por ahora, yo me quedo de lado de Zapata, de Mariano Matamoros, de Benito Juárez y de Andrés Manuel López Obrador.
Nos vemos el 18 de marzo en el ZÓCALO.