El México independiente de 1824 era muy grande, abarcaba desde la Alta California hasta Panamá, le llamaban el imperio mexicano, después las provincias centroamericanas se fueron separando y formando naciones independientes.
Chiapas todavía decidió sí anexarse a Guatemala o a México, una consulta determinó quedarse con México, menos mal que no decidió convertirse en nación.
Mientras en el norte, México perdía más de dos millones de kilómetros cuadrados por la invasión norteamericana, por el sur se separaron las provincias centroamericanas.
Desde entonces, hace casi 200 años esas naciones centroamericanas viven en permanente crisis económica y social, no han podido levantarse, sus gobiernos no funcionan.
De nada sirvieron los levantamientos armados en Nicaragua y El Salvador en los años 80 y 90, los movimientos tomaron el poder. En Nicaragua derrocaron a Anastacio Zomoza, sin embargo; las cosas no cambiaron en esa nación.
El Frente Sandinista de Liberación Nacional, como en Cuba en 1959, el Movimiento armado de Fidel Castro, triunfó, tomó el poder pero no cambió el estado de cosas.
En El Salvador el Frente Farabundo Martí, también luchó por años pero nada cambió, los salvadoreños salieron huyendo de ese país.
Sólo se salvan de la crisis y la pobreza Costa Rica y Panamá, dos naciones centroamericanas con mejor economía, Panamá sobre todo con el famoso canal Interoceánico ha fortalecido su economía, por ahí cruzan miles de millones de dólares.
Hoy quizás los refugiados centroamericanos han superado a los refugiados de naciones africanas, a lo mejor la pobreza y el hambre en Centroamérica sea superior a la de África.
Esto no quiere decir que en México no haya hambre y pobreza, la hay y mucha en los estados del sur, pero quizás el hambre y la pobreza de Centroamérica sea mayor.
En México la mayor pobreza se centra en los estados de Guerrero, Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Puebla, sin embargo, se podría afirmar, es una pobreza tolerada, controlada, administrada con los miles de millones de pesos que el gobierno federal aplica a través de los programas sociales.
En México, el extraño movimiento armado de 1994 con el ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZNL) en Chiapas, por lo menos le dio una sacudida al sistema, pues se puso a invertirle a los programas sociales sobre todo en ese estado fronterizo que estaba en el olvido.
Los gobiernos centroamericanos no tienen esa política de combate a la pobreza, lo que sumado a la delincuencia, genera ese cuadro aterrador en las cuatro naciones que son Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras.
Los refugiados centroamericanos, son eso, el grupo, los grupos que huyen de sus naciones porque ya no es posible vivir en ellos, ya no tienen la protección de nadie, corrupción en gobiernos y una delincuencia desatada, imparable, miles salen y se van en busca de otras opciones de vida, ellos pasan por México se dirigen a los Estados Unidos, en busca del famoso “sueño americano”, muchos no lo logran, otros sí.
De México también se van miles cada año a pesar de las amenazas de Donald Trump, del famoso muro que pretende construir y la militarización de la frontera.
Como afirman los refugiados de Centroamérica, los latinos seguirán cruzando la frontera, seguirán buscando mejores niveles de vida, ni la guardia fronteriza, ni los muros los detendrán.
Lo que sucede con los migrantes centroamericanos es un fenómeno no de ahora, sino de hace muchos años, y no parará hasta que se den los cambios económicos, políticos y sociales, y como eso no tiene para cuándo, el problema continuará por tiempo indefinido.
Sí, en México el siguiente gobierno no mejora las cosas, las oleadas de migrantes van a seguir creciendo. México además de seguir siendo pasó de los que huyen de Centroamérica, seguir aportando más migrantes hacia el vecino país del norte.
La pobreza y la violencia son los factores que generan las migraciones de hoy; después será el clima lo que haga mover a los grupos humanos ante el cambio climático.
Urge hacer cambios en todo, porque el vecino país del norte está en su derecho de impedir la entrada de millones de ilegales, ya que a nadie le gusta que su casa sea invadida por extraños.
Por increíble que parezca, en el siglo XXI, en la era de los cambios tecnológicos, de las rápidas comunicaciones, hay pobreza y hambre en millones de seres humanos, los centroamericanos no son los únicos que la enfrentan, porque la desigualdad es global, lo mismo que el calentamiento global, abarca el mundo.