Hipólito Contreras / Puebla, Pue.
Al cierre del año 2016 el sector agroalimentario mexicano se encuentra entre las primeras potencias mundiales en producción de alimentos y también se ubica dentro de los principales países exportadores, gracias a que dispone de una serie de acuerdos comerciales con cerca de 50 naciones del planeta, afirmó Héctor Padilla Gutiérrez, presidente de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA).
Destacó que México es el primer productor mundial de aguacate y de jugo de cítricos concentrado; segundo en harina de maíz, sorgo para forraje y semillas de cártamo; tercero en limones y limas, jugo de naranja, chiles, pimientos y alfalfa; cuarto en vegetales congelados; quinto en brócoli, coliflor, huevos de gallina, espárragos y toronjas.
Todo ello, dijo, es resultado de la gran respuesta que han dado los productores del agro con su trabajo en el país y a que han demostrado que el sector rural es de los que rinden mejores resultados en la economía nacional, ya que han promovido el incremento de las exportaciones con entrada de divisas al país mayores a las que ofrece el petróleo.
Dijo que gracias a las políticas públicas implementadas, se ha podido dar respuesta a problemas de productos sensibles como el maíz, a través de la Agricultura por Contrato y a conflictos del sector lechero con la conclusión de plantas deshidratadoras, lo que ha generado arraigo de la gente en el medio rural e incide en detonar polos de desarrollo regional.
En lo que será el escenario de 2017, Héctor Padilla Gutiérrez mencionó que si bien se tiene el reto de asumir la austeridad presupuestal, se han tomado medidas para consolidar acciones prioritarias, como es el gasto en sanidad agropecuaria y acuícola, además de los seguros catastróficos para enfrentar contingencias climáticas.
Comentó que la agricultura por contrato seguirá en las prioridades una vez que en el presupuesto federal hubo consenso para asegurar una partida de recursos y dar certidumbre en el mercado de los granos.
Afirmó que se ha avanzado en diversificar destinos de exportación de alimentos con una presencia en 67 países, lo que es un modelo acertado ante la incertidumbre del cambio de Gobierno en Estados Unidos.