Omar Escamilla
A pesar de un inicio de relaciones ríspidas y con un constante estira y afloja entre los socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) los mandatarios de los gobiernos Estadounidense, Canadiense y Mexicano, despidieron este martes 10 de enero la décima Cumbre de Líderes de América del Norte entre risas y abrazos.
Un silencio sepulcral ante el triunfo de Joseph Robinette Biden Jr. por parte del presidente Mexicano Andrés Manuel López Obrador, y con un reconocimiento del triunfo hasta la ratificación de los votos en los estados de California y Hawái marco el frio inicio de las relaciones diplomáticas entre México y los Estados unidos el 15 de diciembre del año 2020.
A esto le siguieron constantes debates por las decisiones de gobierno emprendidas en relación a la nacionalización del litio en el territorio nacional donde congresistas de la cámara de senadores de los Estados Unidos realizaron un llamado al presidente de los Estados Unidos Joe Biden para fijar postura en contra del proyecto que López Obrador deseaba implantar al interior de México.
Por considerar que estas decisiones representaban un peligro para la seguridad de los Estados Unidos y que violentaba los acuerdos establecidos entre las tres naciones que conforman al TLCAN, petición que no solo fue girada al titular del poder ejecutivo de la unión americana sino también al Secretario de Estado Anthony Blinken y a la Secretaria de Energía Jennifer Granholm, por medio de una misiva que advertía el riesgo que representaba para 44 mil millones de dólares en inversión la aprobación de la reforma constitucional en el sector eléctrico y minero al interior de la República Mexicana.
Descontento al cual días previos a la celebración de la decima cumbre de líderes de América del Norte se sumaría el primer ministro de Canadá Justin Trudeau, quien en entrevista arrojo un mensaje contundente al gobierno del Presidente López Obrador respecto a la claridad con la que administración pensaba defender la inversión de su país en tierra azteca.
A pesar de que, a México parecía aproximarse una tormenta diplomática que pondría contra las cuerdas al Gobierno Mexicano de forma sorprendente, el panorama con el que se llevó a cierre la cumbre de los lideres norteamericanos fue en un contexto de amistad y cercanía.
Como si de 3 viejos amigos se tratase, al mero estilo del corto animado los tres caballeros de 1944 de la empresa Disney, cada mandatario expuso la prioridad desde sus respectivas agendas de gobierno y de forma armónica expresaron que tanto en las reuniones bilaterales como en las trilaterales, se llegaron a acuerdos de mutuo beneficio para el desarrollo de los países que conformar la parte norte de América.
El Presidente de los Estados Unidos Joe Biden en rueda de prensa comunico que su gobierno seguirá trabajando en la migración y reforzando acciones de gobierno, con la finalidad de apoyar a los migrantes que salen de sus países para buscar refugio en la Unión Americana.
El mandatario puntualizo que las tres naciones trabajarán en conjunto para generar mejores condiciones respecto al medio ambiente y a la consolidación de la democracia en el continente, a la par que se planea afrontar las desigualdades que prevalecen en las naciones.
El primer ministro de Canadá Justin Trudeau, expresó la importancia del trabajo en equipo entre las tres naciones, así como la unión para trabajar en conjunto por los temas y problemáticas que afecta al bloque norteamericano.
Resaltando los diálogos en relación a cadenas para luchar en pro de las comunidades, así como el fortalecimiento de las economías tras la pandemia por Covid-19 a nivel mundial.
El Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, informo respecto a la creación de un comité en conjunto con los Estados Unidos y Canadá cuyo objetivo será la planeación y sustitución de importaciones en América del norte, para procurar cada día ser más autosuficientes, así como la gestión para el desarrollo, cooperación y bienestar de todos los países del continente.
La celebración de esta cumbre en México significo un cambio notable entre las relaciones diplomáticas de estos tres países donde, el presidente de México y el de Estados Unidos han demostrado una cercanía y amistad como no se había visto entre los dirigentes de ambas naciones en años, permitiendo reforzar las redes de cooperación desgastadas por el antiguo titular del poder ejecutivo y ex presidente de la Casa Blanca Donald Trump.
En la relación de México y Canadá podemos resaltar el cambio de la discursiva utilizada por el ejecutivo del país de la hoja del arce que, a pesar del tono agresivo proyectado en medios de comunicación previo a su visita en México, a su arribo a territorio nacional su dinámica dio un giro de 180 grados, pasando de los reclamos al reconocimiento a la administración mexicana, así como un ofrecimiento de trabajo colaborativo para el fomento del desarrollo del resto de países que conforman al continente americano y para afrontar las problemáticas que padecen estas tres naciones.
Este fortalecimiento de las relaciones diplomáticas, llega en un contexto mundial convulso donde, en la disyuntiva planteada por el Presidente de Rusia Vladimir Putin coloca en tela de juicio los procesos de globalización impulsados a lo largo de la historia reciente del mundo.