Por: Alejandro García Azcué
Desde que el hombre es hombre ha migrado, desde sus orígenes en África hacia todo el mundo. Migraba cada vez que las condiciones del entorno se volvían adversas. Se calcula que desde hace 20 mil años cruzó hacia el continente americano, por el estrecho de Bering (entre Alaska y Siberia), cuando la tierra sufría de la última glaciación. De ahí en adelante, los nuevos colonizadores se fueron asentando hacia el sur en todo lo largo y ancho del continente americano, formando culturas como la Anasazi, Misisipiana, Mexica, Tolteca, Teotihuacana, Zapoteca, Olmeca, Maya, Muisca, Taironas, Cañaris, Moche, Nazca, Chimú, Inca y Tiahuanaco, entre otras.
En 1607 llegaron a lo que hoy es Norte América, migrantes de Inglaterra, y se asentaron en Virginia. Años más tarde fundaron 13 colonias, y se expandieron a lo que es actualmente Estados Unidos de Norte América. Acabaron con los nativos indios americanos, también exterminaron la fauna de las grandes praderas (bisontes). En su lugar cultivaron grandes extensiones de tierras, sembrando granos. Crearon tecnologías y maquinaria para la producción agrícola y pecuaria. Todo esto hizo que Estados Unidos en pocos años fuera una potencia mundial en muchas áreas, incrementándose la necesidad de mano de obra y servicios. Por lo que a partir del siglo pasado la atracción de trabajo, y sueños de riqueza, hicieron que muchos individuos de todo el mundo migrasen a este país para cumplir con “el sueño americano”.
Por otro lado, la cultura, política y pensamiento americano, cimentaron con la doctrina Monroe (América para los americanos), una política invasiva hacia los países vecinos de todo el continente americano. Arrancándoles sus riquezas naturales, colocando gobernantes a modo, subyugándolos a las necesidades e intereses propios. Todo lo anterior generó pobreza, violencia, corrupción e inestabilidad, principalmente en países como México, Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua y Colombia, generando una dependencia a ese país. México al tener frontera con Estados Unidos, ha permitido que gran número de mexicanos busquen trabajo “en el norte”.
A manera de guasa; se dice que la “migra”, detuvo en la frontera a 6 migrantes mexicanos ilegales y les preguntaron que a dónde iban. Los mexicanos contestaros irónicamente que iban a invadir a EU. Los policías migratorios se echaron a reír, y les comentaron que seis pobres gatos no podrían invadir ese país. Los mexicanos contestaron que ellos eran casi los últimos, porque muchos millones más ya se habían adelantado. A manera de chiste, eso refleja una realidad. Se calcula que hay más de 20 millones de mexicanos radicados en Estados Unidos y cada día cruzan la frontera más de 2 mil personas.
Mi abuela tenía un dicho que decía que “en el pecado se lleva la penitencia”. Estados Unidos ha invadido a todos esos países, dejándolos en la miseria, ahora esto se está revirtiendo. Gran cantidad de esos pobres están invadiendo EU.
A últimas fechas se ha generado un sinnúmero de caravanas de migrantes centroamericanos que se dirigen a los Estados Unidos y forzosamente pasan por el territorio mexicano, causando diversos conflictos, ya que muchos de ellos, al no poder cruzar hacia Estados Unidos, se queda a vivir por un tiempo en México. Unos optan por trabajar, quitando plazas de trabajo a los mexicanos, que tenemos pocas fuentes de empleo. Otros por su necesidad, tienden a participar en el crimen organizado.
Una de las soluciones que ha planteado AMLO, ante foros latinoamericanos, es pedir que Estados Unidos, apoye a frenar la migración de los centroamericanos; pero no con retenes, detenciones y deportaciones, sino con fuentes de empleo en sus países de origen, generando un arraigo y evitando las cuantiosas caravanas de migrantes. Se deben concebir políticas públicas y proyectos que permitan a todos esos países en crisis apoyar a sus paisanos, para alcanzar los niveles básicos de salud, economía, servicios y educación. Es decir, poder alcanzar el desarrollo económico, el bienestar social y la sustentabilidad. Mientras eso no suceda, creo que seguiremos atenidos al imperio y a lo que ellos ordenen y manden.