Por Nicolás Dávila Peralta
LAS PRIMERAS INICIATIVAS del nuevo presidente de los Estados Unidos Joe Biden, constituyen un giro en el tema de la migración y en el combate a la pandemia causada por el virus Covid-19.
Sus primeras disposiciones fueron la suspensión del muro fronterizo con México, la oportunidad de que los migrantes residentes en ese país puedan lograr la ciudadanía, ampliación del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y el freno al programa “Quédate en México” que obligó a los solicitantes de asilo a permanecer del lado mexicano de la frontera, a separar las familias migrantes y enjaular a adultos y a niños.
Sin duda, este giro al trato de la población migrante beneficia a millones de mexicanos que radican en los Estados Unidos, les da mayor seguridad personal y laboral, quita el temor de que a sus hijos que viven en ese país desde niños, se les prive de educación y se les deporte.
Igualmente es un anuncio de que las penalidades de cientos de personas que se encuentran varadas en la frontera norte de México disminuirán, con la esperanza de una pronta resolución a su solicitud de asilo.
Por otra parte, a diferencia del gobierno anterior, Biden ha cambiado la estrategia frente a la pandemia, la ha tomado en serio y las medidas dictadas auguran un menor porcentaje de contagios y muertes en un país fuertemente golpeado por la enfermedad. También en este caso se espera que no haya discriminación alguna para los migrantes latinos, principalmente mexicanos en la aplicación de las vacunas anticovid.
EN CONTRAPARTE, LA DERECHA MEXICANA acudió presta a mostrarle sus respetos al presidente Biden con la esperanza de recibir el apoyo que necesitan para ascender nuevamente al poder perdido desde los tiempos de Vicente Fox, cuando varios de los secretarios de Estado pertenecieron a la organización “reservada” de extrema derecha: el Yunque.
Muestra de estas aspiraciones es la carta que el líder de Frente Nacional AntiAMLO (Frenaa), Gilberto Lozano envió al presidente Joe Biden, en la que abiertamente pidió la intervención directa de su gobierno para “la dimisión de López Obrador”, para detener “la sistemática destrucción de nuestras Instituciones, del estado de derecho, de las libertades”.
En la parte central de esta carta, el líder de Frenaa, impulsor del plantón de casas de campaña en el zócalo de la Ciudad de México, argumentó:
“Con pruebas suficientes, dentro del marco legal Internacional y atribuciones de Derecho, las autoridades de su país podrán emprender acciones legales, interviniendo con prontitud y resueltamente llamando al presidente López Obrador a rendir cuentas por sus crímenes».
“De lo contrario, ambos países se arrepentirán; nuestras naciones enfrentarán las desgracias del comunismo, la pobreza, la miseria y la muerte de nuestra libertad y la voluntad creativa de nuestros ciudadanos”.
La extrema derecha corre presurosa a pedirle al presidente Joe Biden que propicie un golpe de Estado en México. ¿Será que ya presienten una derrota electoral este año y en su desesperación buscan a un Napoleón III que intervenga para entregar el “trono de México” a otro Maximiliano de Habsburgo, seguros de que la historia es circular y todo se repite?
Esta solicitud de Frenaa para que Estados Unidos “salve a México de López Obrador”, nos ayuda a comprender por qué el Partido Acción Nacional se apresuró a felicitar a Biden aun antes de ser declarado vencedor en las elecciones, por qué en las redes sociales se criticó la prudencia de López Obrador en este caso e incluso la felicitación de Felipe Calderón acompañada de una fotografía en donde aparece acompañado de Biden.
HAY QUE DESTACAR QUE el Frente Nacional AntiAMLO forma parte de la alianza que han integrado este frente, el movimiento Va por México, creado por dos empresarios de extrema derecha y en el que participan el PRI, el PAN y el PRD, y la Alianza Federalista compuesta por diez gobernadores opositores a la política del gobierno federal.
¿Se unirán Sí por México y los diez gobernadores al llamado de Frenaa?