Por: Sergio Valero
Inició el mes de septiembre y con ello, el día del informe del presidente Andrés Manuel López Obrador. A cumplir lo que manda la Ley, la Ley es la voz del pueblo.
Han sido años muy complicados, atravesando una pandemia global, una severa crisis económica, conflictos bélicos en Europa, inflación mundial, pérdidas de empleos.
Sin embargo, el Presidente ha continuado trabajando incansablemente, cada día marcando agenda, cada mañana comunicando directamente al pueblo de México, mejorando los programas sociales, redistribuyendo el gasto, NO aumentando deuda, “apretándose el cinturón”, haciendo que paguen impuestos “los de arriba”, buscando soberanía energética, entregando becas a los jóvenes, combatiendo la corrupción y mucho más. En resumen, protegiendo los intereses del pueblo.
Se vienen dos años de cierre, en donde intentará continuar posicionando la continuidad de su proyecto contra viento y marea, insisto, para el beneficio del pueblo.
He aquí en donde se centra lo verdaderamente importante: el Presidente no puede solo. Para continuar con la transformación no basta con el trabajo del titular del EJECUTIVO, es apremiante que el LEGISLATIVO se ponga a chambear, por ejemplo, en el paquete económico de 2023 y el conjunto de reformas que el Presidente necesita.
Sin embargo, la cosa no pinta bien, se eligieron las mesas directivas de la Cámara de Diputados y la de Senadores y los responsables de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de ambas cámaras. Fue todo un espectáculo y, finalmente, el diputado Ignacio Mier asumió la dirección de la JUCOPO, por un lado, y el senador Alejandro Armenta fue electo presidente de la mesa directiva del Senado, por el otro.
Todo estaría bien; sin embargo, se cuenta con la peculiaridad de que AMBOS, son poblanos, quieren ser gobernador de Puebla, pero, insisto, la cosa no pinta bien (para ellos). Le platico por qué.
El año pasado, el Presidente López Obrador envío su Reforma Eléctrica al congreso. Sin embargo, ésta no logró el consenso entre las distintas bancadas y fue rechazada evitando que millones de mexicanos perdiéramos la oportunidad de tener luz eléctrica más barata. La tarea era responsabilidad del coordinador de la bancada de MORENA (partido del Presidente) y, ¿saben quién coordinaba a los diputados del partido? Efectivamente, Ignacio Mier.
En esta ocasión, Ignacio Mier celebra su nombramiento como presidente de la JUCOPO, aun cuando el articulo 31 párrafo 2 de la Ley Orgánica del Congreso indica: “Será Presidente de la Junta, por la duración de la Legislatura, el Coordinador de aquel Grupo Parlamentario que por sí mismo cuenta con mayoría absoluta en la Cámara”. Es decir, ¡Ya le tocaba!
Por otro lado, el Senador Armenta fue evidenciado en televisión nacional como un empleado de Ricardo Monreal mediante un proceso completamente carente de LEGITIMIDAD. Lo malo no es que lo vinculen con Ricardo Monreal, sino que, en días previos, dicho personaje recibió un profundo desaire por parte del equipo del presidente López Obrador (incluso ya no es invitado a actos políticos a nivel nacional) al no asistir a las plenarias del grupo parlamentario de MORENA. Monreal desafió a López Obrador.
¿Cómo va a transitar la agenda legislativa del Presidente si por un lado no hay capacidad de consensos? Repito, las cosas no pintan bien.
A pesar de todo ello, el Presidente es mucha pieza. Estoy seguro de que el pueblo lo seguirá respaldando ya que a su cuarto informe llega con un 70% de aprobación.
El presupuesto 2023 está seguro puesto que se requiere de una mayoría simple (absoluta) por parte de los Diputados, ningún consenso de más. El resto de las reformas, AMLO lo sabe, tendrán que esperar. Aquí es donde se centra la importancia de dar continuidad de un verdadero proyecto que garantice la continuidad de la transformación.
Estoy seguro de que serán dos años muy interesantes, complicados sí, pero confiado en que el pueblo tomará las mejores decisiones.
Por lo pronto ¡Que viva la Cuarta Transformación! ¡Que viva Zapata! y ¡Qué viva México!