Un Nuevo Comienzo / Alberto Jiménez Merino
Las mixtecas conforman una región de 260 municipios de los estados de Oaxaca, Guerrero, Morelos y Puebla, con una superficie de 40 mil kilómetros cuadrados, en donde viven 2.5 millones de personas con bajos niveles de escolaridad y altos de analfabetismo.
Las principales actividades económicas de esta región son la agricultura, ganadería y artesanías. El 78 por ciento de la población realiza actividades agropecuarias de subsistencia. Es una región marginada del país con bajo crecimiento económico.
El 60 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), emigra por falta de agua, fuentes de empleo, servicios y vivienda digna. La economía regional tiene alta dependencia de las remesas. Tan solo el estado de Puebla recibe anualmente más de 2 mil millones de dólares (MDD).
La lluvia es reducida y hay poca disponibilidad de agua; hay alto índice de erosión del suelo (2.5 toneladas por hectárea al año), altos niveles de deforestación y pastoreo incontrolado e insuficiente infraestructura y obras para conservar suelo y agua. También ya hay una evidente contaminación de ríos y barrancas por aguas residuales que generan los principales centros de población.
Existe un bajo nivel de tecnificación en los procesos productivos, se pueden ver con frecuencia rendimientos de 500 kilos por hectárea de maíz en temporal, reducido uso de semillas mejoradas y prácticas tradicionales propias del autoconsumo.
El ganado caprino, bovino, ovino y equino, históricamente ha sido alimentado a libre pastoreo en los montes en donde permanece durante toda la época de lluvias cuando los terrenos agrícolas están sembrados con los cultivos que conforman la dieta familiar y parte de la economía campesina.
La creencia de abundancia de alimento para el ganado en las áreas cerriles y el ahorro en gastos de alimentación por esta práctica, desde la época colonial, ha provocado un incalculable deterioro de la vegetación, suelo y agua que ha roto el equilibrio ecológico en la región.
Sí había mucho pasto en los cerros hace tiempo, nacía solo, pero ya no lo hay. Hoy hay una marcada erosión de los suelos y reducidas cantidades de agua en los manantiales. Los pozos y manantiales se han secado de manera preocupante cuando hay pocas lluvias.
Suponer que aún hay mucha comida para el ganado en los cerros, no gastar en su alimentación, la falta de servicios técnicos y la necesidad de producir los cultivos tradicionales para la alimentación familiar, ha limitado la siembra de forrajes, postergando la solución del mayor problema de los ganaderos en las mixtecas: la falta de pasturas durante casi todo el año por lo que no es posible mejorar la productividad pecuaria.
La alimentación del ganado representa el 70 por ciento de los costos de producción en los ranchos, y los forrajes son la fuente más barata de nutrientes. Estos pueden abastecer el 80 por ciento del consumo total con solo la séptima parte de los costos totales por alimentación en la unidad productiva. El resto, lo representan los granos.
Con estas consideraciones, este año nos dimos a la tarea de trabajar con los ganaderos en la siembra de praderas en la Mixteca Poblana y algunos municipios de Oaxaca, Guerrero, Morelos y Estado de México. Surgió así el proyecto #PraderasParaLaGanaderíaDeLasMixtecas, una iniciativa profesional de carácter privado con el apoyo de autoridades municipales y profesionistas de la región.
En éste, se impulsa el cultivo de especies forrajeras perennes, de temporal, resistentes a la sequía y de fácil establecimiento. Se trata de traer a las partes bajas y cercanas a los pueblos, las condiciones de alimentación que hoy tienen en los cerros. Se promueve que los ganaderos sepan que esos pastos que alimentan a su ganado en las áreas cerriles, se pueden sembrar igual que cualquier cultivo conocido.
A la par de la de la promoción de la siembra de praderas, se establecieron Parcelas Demostrativas que facilitan el conocimiento de lo que se quiere hacer. No hay mejor vía para acortar los tiempos de la adopción tecnológica que la demostración.
Actualmente, se han establecido 245 hectáreas de Praderas y 48 Parcelas Demostrativas, la mayoría de Pasto Mavuno (Brachiaria híbrida), en 31 municipios de la Mixteca poblana, Oaxaca, Guerrero, Morelos y Estado de México.
En Puebla destacan los municipios de Tulcingo de Valle, Chiautla de Tapia, Chila de la Sal, Chinantla, Huehuetlán el Chico, Teopantlán, Tepexco, Piaxtla, Jolalpan, Zacapala y Tehuitzingo.
La reactivación económica sólo puede darse con apoyo a la producción y, en la ganadería, se requiere resolver el problema de la alimentación de los animales para seguir avanzado en la genética, la sanidad y la productividad.