Oxígeno y agua son los elementos vitales que no pueden faltar porque son la vida misma, sin oxígeno sólo podemos vivir tres minutos, sin agua, quizás tres días.
Nada absolutamente nada es posible sin esos dos elementos que el planeta nos brinda, por lo que resulta vital cuidarlos.
Eso es justamente lo que no se hace en Puebla, México y el mundo, todos los días esos dos elementos son dañados por las actividades humanas, y a medida que crece la población los daños se incrementan, los desarrollos industriales, de infraestructura, comerciales y habitacionales, causan enormes daños al oxígeno y al agua.
Este tema es el más importante en el mundo de hoy y tiene análisis profundos por las consecuencias que habrá si gobiernos y sociedades no le ponen la atención debida, simplemente se pone en riesgo la continuidad de la vida.
Sólo lo mencioné para ver y comentar un poco la situación del agua en los grandes centros urbanos de México, uno de ellos es Puebla, en el que se calcula ya lo habitan cerca de cuatro millones de personas, esta es la cuarta zona metropolitana del país y podría ser la tercera en poco tiempo si sigue el crecimiento desordenado.
Sin duda lo más importante que un centro urbano necesita es agua, podrá tener todo, todos los servicios, pero si le falta agua no podrá existir, sus habitantes no podrán vivir.
Hoy la zona metropolitana de Puebla vive casi de sus propias reservas de agua, Puebla capital y los municipios que la rodean explotan el agua del subsuelo para dotar el vital líquido a casi cuatro millones de personas que la habitan.
El gran problema es que las reservas de agua en los diez o más municipios que integran la zona metropolitana de Puebla, se están agotando, como las zonas boscosas han sido casi eliminadas por el descontrolado crecimiento urbano, ya no hay grandes recargas de agua al subsuelo, la gran cantidad de cemento impide las filtraciones, el crecimiento urbano está acabando con las fábricas de oxígeno y agua, o sea los bosques.
Ante esta situación, el panorama se ve complejo, y no vamos muy lejos, en los próximos diez años la escasez de agua será grave en la zona metropolitana de Puebla, se reducirá drásticamente la dotación a todos los habitantes, si hoy ya se restringe el servicio, en los próximos diez años será mayor la restricción, ya no hablemos lo que ocurra en los próximos 20, 30 o 40 años.
El problema ahí está, los gobiernos lo saben, pero en lugar de que frenen el crecimiento urbano lo siguen impulsando, siguen los desarrollos urbanos, sigue la ocupación de las zonas agrícolas, siguen derribando los pocos bosques que quedan.
Estos son los efectos del modelo económico de libre mercado que rige en México, caracterizado por ser un modelo de negocio, de grandes ganancias a costa de la vida.
Hasta ahora el gobierno de Puebla y los gobiernos de los municipios conurbados no han dicho nada sobre cómo enfrentarán ya este problema, mismo que no tiene que esperar años porque ya está encima, ya hay cuatro millones de personas que piden agua, a las que se sumará por lo menos otro millón en los próximos diez años o antes, dado el incontrolable crecimiento urbano.
La zona metropolitana de Puebla requiere de un gran proyecto de agua, de una nueva legislación, se necesita una nueva cultura del agua, ya nada será como antes, el agua la tendremos que cuidar como nunca antes, como el mayor tesoro.
Se tienen que hacer muchas cosas, no bastará que el gobierno inicie un grande y costoso proyecto para traer al agua de otros puntos del estado (lo que generará problemas sociales), sino que deberá entregarse bajo condiciones, ya nadie podrá desperdiciarla, ni contaminarla, se deberán atender todas las fugas en la metrópoli (se habla de que hoy las fugas representan hasta el 40 por ciento del total de agua que se distribuye), eso se debe terminar.
El agua la debemos pagar todos a precios accesibles. Al respecto una ecologista afirma que hoy de los cuatro millones de personas que habitan la metrópoli, sólo un millón paga agua y saneamiento, tres millones no pagan nada, se cuelgan de los servicios.
Deben venir nuevas reglas, nuevas leyes, todo enfocado al cuidado del agua, todos tienen que pagar y nadie debe desperdiciar ni contaminar el agua.
El tema del agua debe estar en los programas educativos de todos los niveles, debe formarse una nueva cultura del agua entre la población, esto es vital, es urgente que los niños y jóvenes entiendan bien por qué es preciso y urgente cuidar el agua.
Se debe de trabajar fuerte en el tema de la reforestación en los municipios que forman la zona metropolitana de Puebla, la que debe ser en lo posible autosuficiente en agua, los bosques son generadores de agua y oxígeno, hay que reforestar y cuidar las plantaciones hasta que por sí solas capten el agua que necesitan para vivir.
Si esto se hace, si los gobiernos y la sociedad se ponen a trabajar ya, será posible que en el futuro tengamos agua, si nada se hace, si siguen con sus desarrollos urbanos, si siguen deforestando o acabando con las zonas verdes que aún existen, si siguen contaminando y desperdiciando el agua, en los próximos diez años la situación será compleja y muy crítica pasando el 2030.